Hay
ocasiones en las que uno no sabe si ver un documental, leer un libro, o ver una
película,
con Where the Crawdads Sing” tendrás todo en uno. Por
momentos imita los cortes más precisos de un documental digno del mismísimo
National Geographic y, de repente, adapta los instantes más tensos de la
novela y los ejecuta de manera más que notable; es en este último quizá dónde reside su mayor problema: quiere
abarcar mucho y pierde la noción de que se trata de una película con una
historia que contar.
 

El
viernes 30 de septiembre llega a las salas de cine españolas La Chica
Salvaje,
un thriller de misterio basado en la adaptación al cine de la
famosa novela homónima de Delia Owens, la cual ya se estrenó el pasado 15 de
julio en Estados Unidos. 

La película, dirigida
por Olivia Newman y protagonizada por Daisy Edgar-Jones, y Jojo Regina, se
centra principalmente en los temas de abandono y superación de Kya. Cabe destacar
el papel interpretado por esta última, en los recurrentes flashbacks que narran
su infancia representando el origen del trauma de la protagonista.

La
Chica Salvaje
comienza llevándonos a las marismas de Carolina del Norte de
1969, donde dos jóvenes descubren  un cadáver.
Rápidamente dos agentes de la ley irán a la zona del crimen, donde confirmarán
que se trata de Chase Andrews(protagonizado por Harris Dickinson), un conocido
joven en el pueblo de Barkley Cove y comenzará la caza de brujas para encontrar
al culpable. 

Al poco tiempo, el pueblo al unísono decide nombrar a su
cabeza de turco
, y ahí es donde entra en acción nuestra protagonista, Kya
(Daisy Edgar-Jones), quien para el resto del pueblo será “la chica salvaje”:
una joven condenada a llevar una vida austera y huraña al margen de los
grilletes que la gran América de la época  “ofrece” a todos los que
quieran encadenarse a un trabajo, una hipoteca y una familia feliz.

Tras un
frustrado intento de fuga, Kya conocerá a Tom Milton (protagonizado por David
Strathairn), quien se ofrece como abogado para defenderla en el caso por el
asesinato.

El Sol cuando amanece


La
continuación del film entremezcla momentos del presente con flashbacks. Los
flashbacks
dan contexto a la personalidad de Kya, y son el principal eje de
la película, ya que nos guían sobre todos los eventos traumáticos que sufrió
la protagonista:
una infancia repleta de maltratos, abandonos, y una
necesidad de “buscarse las mañas” para poder sobrevivir siendo aún una cría, y
una Kya más adulta envuelta en diversos romances donde sufre los mismos maltratos
y abandonos, y que nos darán las pistas necesarias para unir las piezas del
puzle que supone el misterio del asesinato.

Narrativa
al margen, La chica salvaje quiere ir más allá de sólo contar una
historia, pretende enseñarnos sobre la biodiversidad de las marismas de
Carolina del Norte
, dándonos pequeñas píldoras de conocimiento sobre las
aves de la zona y mostrándonos  hermosos
paisajes con unos planos muy logrados (cortesía de Polly Morgan, directora de
fotografía). 

La película mezcla animales reales con animales hechos en 3d para
determinadas escenas, le permite no quedarse coja en ningún aspecto, ya que de
elegir solo una de las opciones habría sido muy caro o muy poco preciso.

Trama el drama para la trama

El abandono, el ostracismo, los abusos, la violencia, las violaciones…
Poco más le falta añadir a la película en la coctelera para crear un drama que
te haga querer dar un abrazo a la protagonista. Pero Kya no se queda ahí, el
desarrollo del personaje nos nuestra como, pese a todos los eventos traumáticos
que se suceden en los flashbacks, el espíritu salvaje de la protagonista no
llega a romperse nunca del todo
y, como un junco cuando sopla el viento, se
dobla hasta hacer contacto con las marismas, sin llegar a partirse, para, cuando
todo amaina, se levanta aún más erguido.

Y aquí es dónde empiezan los principales problemas del film.
¿Te has dado cuenta de que sólo he hablado de Kya pese a que el reparto incluye
más de una decena de actores? 

Pues bien, esto tiene un motivo: la chica
salvaje
es exactamente eso, la historia de la chica salvaje, y la
película no lo olvida ni un solo minuto, tanto es así que ni el muerto tiene
su momento de protagonismo, como en la típica escena de C.S.I., en la que se ve
como termina muriendo
La película, producida por Reese Witherspoon, se
queda coja en cuanto al desarrollo y explicación de la psicología de los demás
personajes, ya que lo único que obtendrás para juzgar todos los eventos,
durante las dos horas de película,
son breves escenas.

Y es que, a pesar de que este thriller nace, vive y muere en
la historia de Kya
contada a través de sus traumas y posterior superación,
también podemos encontrar otros temas como la cosificación de la mujer en la
américa de los 60, el racismo y la destrucción de la flora y la fauna salvaje a
favor de la creación de hoteles y restaurante pero nunca se moja en mostrar profundamente ninguno de ellos.

Una parte del viaje es el final


No hay viaje sin destino y “Where
the Crawdads Sing”
lo sabe, toda la película (en los flashbacks y en la actualidad)
nos dirige a un evento: el juicio donde se decidirá sobre la culpabilidad o absolución
de Kya. Sin hacer spoilers, cabe destacar una idea, y es que durante todo el
film puedes, a poco que te esfuerces, ir uniendo piezas del puzle para llegar a
sacar las conclusiones que la película quiere que saques. Tras el juicio,
la
protagonista tendrá un momento de reflexión donde sanará todas las heridas que
tuvo hasta la vida adulta.

La Chica Salvaje no es una
película perfecta, pero consigue lo que quiere
: cuenta una historia como podría
contarla cualquiera de nosotros, desde un punto de vista propio y con vivencias
propias, que a tramos podría resultar aburrido y en otros te engancharía, eso
es esta película.

– Dani Imparable


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