El Gran Maurice (The Phantom of the Open, en inglés) es una película agradable, desenfadada, fácil de ver. Una película para toda la familia, y para todo tipo de público. Una película en la que el espectador, muy probablemente, salga contento de la sala de cine.
El 18 de noviembre de 2022 se estrenará esta película en España. De producción británica, basada en hechos reales, narra las aventuras de Maurice Flitcroft, un padre de familia normal que vive en un pequeño pueblo inglés.
Un hombre sencillo. Una nueva ilusión.
Tras toda una vida trabajando en los astilleros de la ciudad, Maurice se ve obligado a buscar un nuevo trabajo cuando se entera que van a hacer un reajuste de plantilla, y, posiblemente, él sea uno de los despidos. Ante la incógnita de qué hacer con su vida, su mujer, su constante apoyo, le anima a que haga lo que él más quiera, aquello que más ilusión le haga.
Una noche, por casualidad, ve un torneo de golf que echan por la tele, y queda fascinado; en ese momento decide que quiere ser jugador profesional de golf. Se apuntará al Open Británico, el torneo más importante del mundo. El único problema es que no ha tocado un palo en su vida…
Creer en ti mismo. Nunca dejes de soñar.
Si hay algo que nos quiere transmitir Craig Roberts, director de esta película, es que nunca hay motivos para dejar de creer. Cree en ti mismo, persigue lo que más quieres. Y esto lo hace a través del protagonista de esta historia, Maurice, interpretado por un Mark Rylance que consigue despertar la ternura y el cariño del público cada vez que Maurice aparece en escena. Con Maurice cerca, todo es mejor, todo es más fácil.
Por otro lado, tener derecho a soñar, no es tener derecho a abstraerse de la realidad. De hecho, Maurice persigue su sueño de jugar al golf, pero solamente después de toda una vida trabajando en los astilleros para sacar adelante a su familia. Abnegado y trabajador.
Importancia a lo importante. Imagen del amor.
Como ya se ha dicho, aunque soñador, lo importante para él es su familia: sus hijos, y, sobre todo, se mujer, Jean. Siempre a su lado, siempre su apoyo. Ella es la que le empuja a que sea lo que es. Ella es su refugio cuando las cosas van mal. Y ella es la única que, pase lo que pase, nunca dejará de creer en su marido. Jean es la verdadera alma de la película. Sin Jean, Maurice no es nada.
Así pues, la historia de Maurice no solo es una historia que invita a no perder la esperanza y a luchar, pacientemente. No solo es una historia que invite a seguir creyendo, a no perder la inocencia. Sino que también es la imagen perfecta de cómo debe ser el amor. Sacrificado, ordinario. Buscar el bien del amado. Olvidarse de uno mismo.
Inocencia e ilusión. Lección de vida.
El hombre del que todos se ríen, por no seguir el mismo camino; el hombre que sigue siendo un niño, que aún tiene tanto por vivir, que no se conforma. Maurice, ese hombre, al que muchos tachan de loco, de estúpido, e incluso, de farsante.
Ese hombre, es el único valiente que se atreve a escuchar a su corazón, y es así, como consigue darnos a todos una verdadera lección de vida, una verdadera lección de amor.
“La práctica, sólo la práctica, es el camino a la perfección”.
“Apunta alto, apunta siempre a las estrellas”.
– Miguel C.
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