TOP GUN MAVERICK | La nostalgia llevada al blockbuster (y muy bien hecho)

TOP GUN MAVERICK | La nostalgia llevada al blockbuster (y muy bien hecho)

Un Tom Cruise mayor vuelve al lugar donde vivió sus mejores años para pilotar en una misión donde se necesita al mayor experto. Maverick no solo tiene que enfrentarse a las exigencias de esta misión, sino también al viaje al pasado, luchando por mantener las emociones a raya mientras se prepara para un cometido que podría no tener billete de vuelta incluido.

Hay dos cosas que permiten que Top Gun: Maverick reciba tanto el reconocimiento de un gran blockbuster como el de una honorable secuela del clásico de 1986, estrenado hace 36 años. Pero estamos en la era de las precuelas, remakes y reboots, donde volver a los recuerdos de los mejores filmes de los 80 y 90 es tendencia. Nos gusta Cobra Kai, nos gusta Jumanji, nos gusta Cazafantasmas. Nos echamos las manos a la cabeza con Footloose. Y ahora tenemos Top Gun.

“Las interpretaciones son fantásticas, las secuencias de acción increíbles, y realmente hace mejor a la película original con la forma en la que añade la historia de Maverick.” Estas palabras de Collider podrían reflejar perfectamente mi propia opinión sobre la película.

En términos de entretenimiento, la película dirigida por Joseph Kosinski no deja atrás el factor “película de acción”.
Esto no se reserva solo para el final: la segunda parte viene cargada de escenas espectaculares desde el inicio hasta el cierre. La presencia de Cruise asegura la adrenalina, con su personaje rebelde que añade sorpresa y tensión. El resultado es una propuesta cómica y emotiva, gracias al descaro del protagonista y a la exploración de sus temores del pasado.

Las escenas de aviación no se quedan lejos de la realidad. Además de contar con la tecnología más avanzada para que pilotar se viera bien en pantalla, Cruise sometió al reparto a un curso de “Entrenamiento de supervivencia de aviación naval” en San Diego. Esto añade profundidad a los personajes y construye una experiencia visual más realista.

El elemento nostálgico es otro gran acierto de la película, funcionando como un bonus emocional que hace crecer Top Gun: Maverick como secuela y homenaje al original. Los cameos de personajes queridos, flashbacks y escenarios icónicos evocan el pasado para los fans, mientras que la historia sigue siendo moderna y emocionante.

Cuando te sientas en la butaca —absolutamente necesario ver esta película en cines— y se apagan las luces con la música inicial, es imposible no dejar que las dos horas y diecisiete minutos pasen volando. Top Gun: Maverick ha estado cuatro años en desarrollo para ofrecer una película asombrosa que deja una sola palabra en mente: satisfacción.

Este jueves 26 de mayo, la segunda parte de este icónico clásico llega a los cines españoles.
De verdad, no se puede dejar pasar la oportunidad de ver esta película en la gran pantalla.

Anabel Estrella

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