Hoy llega a los cines lo nuevo de María Pedraza: EGO.
La película de terror psicológico dirigida por Alfonso Cortés-Cavanillas completa su reparto con Marian Álvarez, Pol Monen y Alicia Borrachero.
Durante el confinamiento provocado por la crisis sanitaria del COVID-19, una joven de 19 años llamada Paloma entra en una red de citas con personas del mismo sexo que el suyo. La joven comienza a perder la cabeza cuando una doble exactamente idéntica a ella aparece en este sitio web, con claras intenciones de hacerse pasar por ella. Su único objetivo será encontrar a la mujer que quiere robar su identidad.
Esta es la sinopsis oficial de Ego, sin embargo, la película va más allá. Se trata de una historia que, desde el primer momento, encierra al espectador dentro de las cuatro paredes del piso de Paloma. Es un recurso narrativo tanto en guion como en imagen: Cortés-Cavanillas opta por planos cerrados, asfixiantes y apagados para construir una trama que literalmente confina a su público.
Un retrato asfixiante y psicológico
“Asfixiante” es, sin duda, un buen comienzo para hablar de Ego.
La construcción del terror lleva su tiempo, con una pausa embelesada en la presentación del personaje de Pedraza, pero con un ritmo continuo que apenas decrece incluso con la introducción de nuevos elementos en la trama.
Todo ese nexo de dobles personalidades, la confusión entre lo real y lo imaginario, y las falsas pretensiones de los pocos personajes que acompañan a Paloma, crean un juego psicológico absorbente que mantiene al espectador en tensión.
Ego empieza como un thriller y termina convirtiéndose en un terror que sobrepasa lo psicológico. Aunque cuenta con momentos algo repetitivos o poco congruentes, sabe sostener una tensión latente con firmeza, gracias al continuo movimiento de la trama y a su atmósfera inquietante.
María Pedraza: el alma de Ego
Lo que más destaca —y lo que constituye el alma de la película— es la interpretación de María Pedraza. En lo que podría ser el papel más complejo de su carrera, la actriz encarna no uno, sino dos personajes totalmente opuestos.
Hay un gran equilibrio entre ambos roles: Paloma, con un carácter introvertido y vulnerable, y Olga, audaz y frecuentemente aterradora. Pedraza asume este doble reto con resultados sobresalientes, convirtiéndose en el centro absoluto de atención de Ego.
Terror, confinamiento y salud mental
La película de Alfonso Cortés-Cavanillas es una experiencia disfrutable e intensa, que apela a un entretenimiento completo dentro de una historia que, si bien no es del todo nueva, incorpora el contexto del confinamiento por coronavirus, lo que la vuelve más real y cercana.
Ego permite explorar problemas olvidados como la salud mental, la ansiedad y la soledad durante una etapa que dejó huella en muchas personas.
En definitiva, Ego se presenta como una buena propuesta de thriller psicológico, con un guion aterrador, una atmósfera claustrofóbica y una resplandeciente María Pedraza que sostiene todo el peso de la cinta.
Puede ser una de las opciones más interesantes para ver en cines este fin de semana.
‘Ego’ ya está disponible en cines de toda España.
— Anabel Estrella
