El joven compositor madrileño reconocido con el Premio Talía a la Mejor Música Original por ‘Un monstruo viene a verme’. Esta obra de la compañía LaJoven regresa a Madrid, al Teatro Fígaro, del 25 de septiembre al 12 de octubre

Albertos Granados Reguilón. Madrid, 1993. Su experiencia artística cubre un gran rango de creación musical, combinando su faceta compositiva con la interpretativa y la dirección. En 2006, con la edad de 11 años actúa como cantante solista en el Teatro Real, en el montaje de ‘El Pequeño Deshollinador’ de B. Britten, siendo una experiencia crucial en su posterior carrera musical.
Desde temprana edad Alberto trabaja en numerosas producciones multidisciplinares y audiovisuales dentro y fuera de España, colaborando con grandes directores y artistas en diversos géneros y disciplinas, desde la ópera hasta el circo, pasando por teatro musical.
Estudió flauta travesera con Alessandra Rombolà y acabó su bachillerato con la beca de excelencia de la Comunidad de Madrid. Empezó sus estudios en Filosofía en la Universidad Complutense, pero después de recibir una beca de estudios extranjeros se marchó a Holanda a estudiar música. Allí estudia la carrera de Composición en el conservatorio de Rotterdam con los profesores P. J. Wagemans y R. Uijlenhoet y el Máster de Composición en el conservatorio de Amsterdam con los profesores Richard Ayres y Jorrit Tamminga, además de recibir master classes de artistas como Tristan Murail, Rebecca Saunders, Daniel Ott, Carola Bauckholt, Manos Tsangaris, Trevor Wishart, Fred Frith, Anna Korsun.
Estudió el Master de Dirección de Orquesta en el Conservatorio Superior Katarina Gurska de Madrid con los maestros Borja Quintas y Nacho de Paz. Actualmente es colaborador con las orquestas Ciudad de Getafe y orquesta Boheme. Es director titular de la Coral Polifónica de Parla.
Como compositor, sus piezas musicales han sido interpretadas por grupos como el Klang Forum Wien, Nieuwe Ensemble, Atlas Ensemble, el Akom Ensemble, o el cuarteto San Pablo, y algunas de ellas interpretadas en salas como el Muziekgebouw (Amsterdam), Doelen (Rotterdam), Orgel Park (Amsterdam), the Dutch National Opera (Amsterdam), Gala Theatre Washington DC, Boğaziçi Üniversitesi Albert Long Hall (Istanbul), National Kaohsiung Center for the Arts (Taiwan) y festivales como el Amsterdam Fringe Festival o Gaudeamus Muziekweek. En España en Teatros del Canal, Teatro Español, María Guerrero, Circo Price, Real Teatro de Retiro entre otros.
Alberto es profesor de Sonología y producción musical en las escuela Ma Dolores Pradera de Madrid, además de tutor de prácticas del grado superior en la Escuela de Música Creativa. También imparte talleres de creación sonora y teatral en entidades como La Joven, la RESAD de Madrid y el Conservatorio Profesional de Danza María de Ávila.

CONCDECULTURA: La primera pregunta es clara. ¿Cómo te sentiste al escuchar tu nombre en los Premios Talía? ¿Qué hiciste nada más después de subir al escenario y recoger el premio? ¿Cómo lo celebraste?
ALBERTO GRANADOS REGUILÓN: No te lo crees mucho porque yo intentaba la verdad vivirlo con mucha tranquilidad. Cuando haces tu trabajo y te nominan es como: ¡Qué alegría! ¡Que bien! Pero, luego puede que no te lo lleves y entonces de repente acabas triste o frustrado. No quería eso sino que todo fuera positivo y para eso, lo que prefería era no tener expectativas. A veces es imposible porque estás ahí en el patio de butacas y todo lo que es el entramado de la gala, lo has visto tantas veces en las pelis o en los Goyas, en Hollywood, que al final siempre hay como una esperanza, pero sinceramente yo me hice el esfuerzo de no tener muchas expectativas sobre todo porque en mi categoría también estaba ‘Los Pilares de la Tierra’. Pensaba que lo más lógico sería que se lo llevara ella, entonces me sorprendió escuchar mi nombre.
Al día siguiente tenía un plan con mi abuela para ir al Museo del Prado. Me dijo: «¡oye! Lo cancelamos que estarás muy liado» y le conteste: «¡No, no, abuela, quedamos y gane o no, te lo cuento!». Lo celebré con ella, de hecho me llevé ahí el premio para que lo viera.
C: El premio fue a Mejor Música Original por ‘Un monstruo viene a verme’. A nivel de composición, ¿fue difícil plasmar en la partitura la emoción y la magnitud del texto?
C: La película de ‘Un monstruo viene a verme’ cuenta con la banda sonora de Fernando Velázquez. A la hora de crear la composición, ¿contaste con su asesoramiento o te inspiraste en su obra? o ¿quisiste alejarte de ella y crear algo nuevo y distinto desde cero?
C: ¿En qué parte encontraste un reto?
AGR: En general, encontrar un lenguaje, la estética sonora siempre es un reto. Muchas artes o historias tienen como sus códigos a nivel temporal, por ejemplo, si haces una obra de Shakespeare, pues pones la música de su época. Ahora mismo con ‘Un monstruo viene a verme’, que es de nuestro tiempo, el siglo XXI, y además habla de un niño, no me inspira tanto ir a lo fácil. Entonces, el reto es encontrar qué elementos sonoros, qué mezcla, combinando ya sean estilos, estéticas o sonoridades, instrumentos, pues nos lleva a crear un universo sonoro que no solamente acompañe el argumento sino que sea un personaje más.
C: ‘Un monstruo viene a verme’ es una obra más de LaJoven en tu currículum. ¿Cómo es trabajar con esta compañía?
AGR: De muy pequeñito, empecé en esta compañía haciendo teatro, incluso actuando, pero muy al principio, cuando no era lo que es ahora, ni mucho menos. Y, bueno, pues como que he crecido y he aprendido mucho con ellos. Es un lugar muy especial en Madrid y en España. Es una comunidad de muchos artistas en la que pasa mucha gente y para mí ha sido un privilegio. Y aunque, bueno, es verdad que el premio es por ‘Un monstruo viene a verme’, no me hubiese importado que fuese por otra obra.
C: En los medios de comunicación siempre se da visibilidad al elenco y al director de un musical o de una obra de teatro. ¿Consideras que a los músicos y los compositores no se les da la suficiente voz?
C: Y hablando de dar voz, los espectáculos de LaJoven se representan para niños y adolescentes. Seguro que alguno quiere ser músico como tú. ¿Qué consejo le darías?
LaJoven es una comunidad de la que me siento un privilegiado formar parte de ella
C: Mirando al pasado, de pequeño, ¿tu sueño era ser músico o compositor teatral?
AGR: Yo de pequeño quería ser inventor. Bueno, igual tiene algo que ver, ¿no? Pero luego en la adolescencia, empecé a tocar varios instrumentos y a cantar en un coro. Para mí es un gran descubrimiento continuo poder dirigir uno, ya que es donde empezó la polifonía y la música occidental. En esa época, en la que empecé con el piano, la flauta, me dije: «esto es lo que yo quiero hacer». Y fue entonces ahí, cuando mi sueño era dedicarme a la música, en un principio quería ser cantante de ópera, pero luego quería ser director de orquesta. Ellos eran los responsables un poco de que yo me emocionara de algo, de sus composiciones.
C: ¿Cuáles son tus referentes musicales que te inspiraron o te siguen inspirando en tu profesión?
AGR: Está bien que existan los premios porque eso quiere decir que la cultura se acaba difundiendo, ¿no? Es decir, cuando hay algo que es como seleccionado, elegido, pues tiene más opciones de que se conozca. Yo me he dado cuenta y he dicho: «claro, es que mucha gente que a mí me ha inspirado, probablemente de algún modo, directo o indirecto, ha sido también premiado». Entonces, ya yendo un poco más al grano, por ejemplo, yo tengo varios perfiles porque nosotros estudiamos música clásica y ahora me dedico a la contemporánea, electrónica y tal, es decir, llevo un poco de esas dos o tres patas. Mi gran inspiración es Bach. Luego, más a nivel de composición más moderna, escénica, pues me gustan mucho los ballet que escribía Stravinsky, por ejemplo. Y luego también, las bandas sonoras de Hitchcock, de Bernard Herrmann o Georgie Ligeti, que trabajó como compositor para Kubrick.
C: Para alguien que no entienda acerca de las bandas sonoras, ¿qué elementos consideras que no pueden faltar?
AGR: Pues en verdad, o sea, ninguno. Yo creo que no hay nada que sobre. Hay como una gran fama de que todo se puede hacer con un piano y unas cuerdas, ¿no? Y un cuarteto de cuerdas, ¿no? Y eso es lo que más se ha usado. Tú puedes hacer una banda sonora, no sé, sobre el cambio climático y solamente utilizas grabaciones de casquetes polares derritiéndose. ¿Por qué no? Sería un gran reto. No hay nada que sea como imprescindible. Yo creo que hay que ser curioso. Lo más importante yo diría la creatividad porque al fin y al cabo estás partiendo de una historia nueva o estás revisitándola.
C: Si tuvieras que componer la banda sonora de tu vida, ¿qué instrumentos, ritmos o sonidos incluirías?
AGR: Buena pregunta. Pues nunca lo he pensado. La verdad que es un poco lo que te he contado. Creo que la voz humana tendría que estar ahí. Puede que la voz coral incluso. También la música electrónica estaría. Igual también, no sé, algunos sonidos de mi entorno. Igual voces de mi familia. Como sonidos cotidianos me gustaría, que me recuerden a mis paisajes, quizás.
