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Foto del escritor Soledad Castilla Moreno

Varitas arriba por Michael Gambon

Desde su memorable interpretación del profesor Dumbledore hasta su carismático personaje en la aclamada serie de televisión “El detective cantante”, el actor ha demostrado ser un “maestro” del cine y la televisión (y nunca mejor dicho).


El mundo de ‘Harry Potter’ ha dejado muchos huérfanos a lo largo de su camino y a lo largo de los años, no solamente a nivel narrativo, sino también a nivel espiritual y real. Alan Rickman, Richard Griffiths, Helen McCrory, Robbie Coltraine…

El último que nos ha dejado ha sido Michael Gambon, fallecido ayer, 28 de septiembre de 2023. El actor inglés ha demostrado ser un actor consumado a lo largo de su carrera, moviéndose entre el drama y la comedia de una manera espectacular, dejando una huella perenne en la industria. Su talento y dedicación lo han convertido en uno de los actores más queridos y respetados.

El comienzo de una carrera brillante

Nacido en plena Segunda Guerra Mundial en el norte de Dublín, Michael John Gambon comenzó su carrera actoral en los escenarios teatrales de Londres a los 24 años gracias a su magia y talento natural. Falto de experiencia profesional, pero con mucha cara dura, escribió una carta a un empresario de teatro irlandés buscando su gran oportunidad, acompañándola de un CV totalmente imaginario: fue contratado.

Durante una audición, en el que interpretado un soliloquio de Richard III, llamó la atención de Laurence Olivier, el cual lo reclutó para su nueva compañía. En 1967, Michael, interpretando a Otelo en el Royal National Theatre, marcó su comienzo en una carrera teatral excepcional.

El éxito del cine y la televisión

Aunque inicialmente se destacó en el teatro, pronto comenzó a hacer sus pinitos tanto en la pequeña como en la gran pantalla. Uno de sus primeros papeles cinematográficos importantes fue El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante (1989), dirigida por Peter Greenaway. Su actuación como el brutal y sádico Albert Spica fue un testimonio de su habilidad para asumir personajes desafiantes y oscuros con facilidad. Poco después, Burton lo fichó para su versión de Sleepy Hollow (1999), interpretando a Van Tassel.

Sin embargo, Gambon consiguió la fama mundial con su interpretación del director de Hogwarts, Albus Dumbledore, tomando el relevo del eterno Richard Harris tras su muerte. Asumiendo el papel a partir de la tercera película de la franquicia, Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004), el actor no se achacó ante tal desafío. Aportó su propio carisma al personaje, lo que lo convirtió en una figura entrañable para los potterheads de todo el mundo.


Una carrera teatral distinguida

Si bien su trabajo en el cine y la televisión le otorgaron fama internacional, Gambon nunca abandonó la fuente que le trajo su éxito, el gran amor de su vida: el teatro. Continuó actuando en el escenario, interpretando una amplia variedad de personajes en producciones de alto nivel, incluyendo el papel principal en Rey Lear o El funeral de la señorita Jean Brodie, entre otros.

Su eterno compromiso se vio reconocido con numerosos premios y distinciones a lo largo de los años, incluyendo varios premios Oliver y numerosas nominaciones a los premios Tony. En 1998, la reina Isabel II lo nombro caballero por su aportación interpretativa a Reino Unido.

Un legado duradero en la actuación

La profecía, El fantástico Mr. Fox, El discurso del reyMichael Gambon va a dejar una huella imborrable en el mundo del entretenimiento. Su habilidad para transformarse en una amplia variedad de personajes, desde villanos despiadados hasta figuras paternales cariñosas, le ha dado un merecido puesto en el infinito de las estrellas que se recordarán para siempre.

En las estrellas que brillarán siempre en nuestras varitas cada vez que las alcemos al cielo.

Y es que, tomando prestadas las palabras del anciano director, “después de todo, para una mente bien organizada, la muerte no es más que la próxima gran aventura”.

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