Como es habitual, Disney tiene la costumbre de realizar películas de imagen real de forma independiente a las adaptaciones de sus clásicos cuentos. A pesar de que pone las expectativas altas, hay ocasiones que varios títulos han sido un fracaso en taquilla. ¿Qué es lo que le pasa con los live action de Disney? Seguid leyendo para saber más.
La película, que se basa en la novela Una arruga en el tiempo de Madeleine L’Engle de 1962, en la que la protagonista Meg Murry recibe la visita de tres seres de lo más extraños y especiales. Junto a ellas se embarcará en una aventura por el universo con su hermano Charles y su amigo Calvin, para así encontrar a su padre desaparecido. La trama de primeras no suena nada mal, aunque lo que más destaca por encima de todo es el elenco que participa en la cinta. Storm Reid se pone en la piel de Meg, Chris Pine y Gugu Mbatha-Raw son sus padres en la cinta, mientras que completan el reparto protagonista Levi Miller como Calvin y Deric McCabe como su hermano Charles Wallace.
A Wrinkle In Time – Golden Globes TV Spot (screen grab) CR: Disney
Pero ahí no acaba todo porque Oprah Winfrey, Reese Witherspoon y Mindy Kaling son las tres señoras: concretamente la Señora Cuál, la Señora Qué y la Señora Quién respectivamente. La conexión de estos personajes con las jóvenes promesas de Disney en la película hacen que se conviertan en el hilo conductor de la trama, a pesar de que no se desarrollen mucho los personajes. Porque parece que se olvidaron de mencionar que o quienes son esas misteriosas mujeres.
Bien es cierto que la película no tiene mucha miga porque ya se han visto argumentos similares, pero el trío protagonista tiene bastante carisma y es una pena que sus personajes se echen a perder, pudiendo explorar muchas cosas a través de ellos. Se nota que hay química, ya no solo amorosa, pero no llega a fluir y es un fallo no mostrar algo que todo el mundo se espera que pase.
No obstante, dos de los tres protagonistas se ven relegados a un segundo plano dejando a Meg todo el peso de la trama. Aunque no es que tenga mucho peso que aguantar, ya que llega un momento de la película en la que los espectadores se encuentran perdidos, pareciendo que no sabe por donde tiene que ir la trama. Solo se generan más y más dudas, y así progresivamente de cara al final. Los personajes se mantienen recurrentes pero su función está menos clara con cada minuto que pasa.
Pero lo que sí resalta de la película son los efectos especiales, que visualmente hace que tenga un potencial inigualable. Aún así, muy a pesar de la cinta, este apartado no hace más que encumbrar y entorpecer las actuaciones y el guión. Claro está que es una película que Disney hace para los no tan niños, ni para los no tan mayores de edad.
Quizás para el público infantil de hasta unos 10-12 años les sea entretenida y les guste mucho, porque es el target al que va dirigido, y en el que la directora pensaba al hacer esta adaptación. Pero la verdad es que ha querido hacer tantas cosas a la vez que finalmente se ha quedado en un intento fallido a medio camino. Y vuelvo a repetir que por esto también es una pena, ya que seguramente el libro tiene muchas cosas destacables que se podrían haber visto en el cine.
Aprovecho para comentar con esto último, que parece tomar ciertas referencias y similitudes con películas actuales de éxito como Spiderman: Homecoming. Se ve parte del instituto, como tratan a los protagonistas, estando Meg muy acosada por la desaparición de su padre. Y no solo eso, ya que ella guarda parecido con Peter Parker, en cuanto a que es una de las alumnas más destacadas por sus notas en ciencias especialmente. A pesar de todo, la ciencia también tiene sus carencias en la historia, cuando sería interesante para el desarrollo.
Si tenéis que ver una película en el cine, por mucho que os guste Disney, mirarlo bien porque es una de las peores cintas que ha hecho la empresa de Mickey Mouse. Pretende ser lo que no llega a ser en ningún momento y se desinfla rápidemente. Espero que si hay segunda parte mejore y mucho.
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