Depeche Mode suena mejor que nunca en concierto…
Spirits in the forest – Un documental dirigido por Anton Corbijn para y sobre los fans, que aman la música de Depeche Mode.
Co-dirigido por Pascual Gutiérrez y John Merizalde, “Spirits in the Forest” se centra en dos conciertos que la banda realizó en el Waldbühne de Berlín, en julio de 2018.
Y aunque la música de la banda es lo que mantiene unida a esta película, Corbijn está más interesado en la gente que la lleva consigo a donde quiera que vaya.
Que nadie espere un documental sobre los conciertos en directo, ya que los momentos de apertura de la película no nos llevan entre bastidores con Dave Gahan y su banda, sino más bien dentro de un tranquilo complejo de apartamentos en Mongolia.
Allí es donde Indra Amargal, de 22 años de edad, vive con su abuela, guía a los turistas en las giras de Ulan Bator y se deleita con la línea de bajo divina de “Enjoy the Silence“.
Su padrastro solía ver los conciertos de Depeche Mode en su computadora cuando ella estaba creciendo, y la música se ha quedado con ella desde entonces.
Corbijn, que encontró el resto de su reparto en un concurso de fans que Depeche Mode organizó en su página de Facebook, ha localizado a otras cinco personas que podrían entender perfectamente a Indra.
Dicken es un bogotano divorciado que se unió a sus hijos al formar un grupo (DMK),y versionar temas de la banda. Ahora los niños viven en Miami con su mama.
Christian aprendió inglés para traducir las letras de la banda para el resto de sus amigos que estaban creciendo en Ceaușescu- Rumania.
Carin es una francesa que sufrió amnesia cuando tenía 25 años, solo recordaba las canciones de Depeche Mode para reconstruir su mundo.
Liz es una mujer negra mestiza de los Ángeles (California),a la que siempre se burlaron por su desinterés en el hip-hop, pero que encontró consuelo de la tensión racial, en las letras de Depeche Mode.
Cada una de estas historias es fascinante, lo que hace un poco frustrante que Corbijn se contente con quedarse en la superficie.
Corbijn acude a los conciertos cada vez que sus entrevistados empiezan a repasar lo inefable, y Depeche Mode es más que capaz de hacerlo a partir de ahí.
Han pasado casi 40 años desde que la banda de Essex lanzó su primer álbum, y los miembros restantes han sobrevivido a una película biográfica de drogas, drama y experiencias cercanas a la muerte, ganadora de un Oscar para llegar a donde están hoy en día.
Se necesitan alrededor de dos notas de “Jesús Personal” para que incluso el más despectivo de los espectadores entienda el efecto religioso que Depeche Mode tiene en sus fans.
La experiencia de verlo encaja con la de ir a un espectáculo en vivo, y estar rodeado de miles de extraños que comparten tu mismo amor: Cada uno está en su propio viaje, pero todos viajan juntos.
Ojalá todas las grandes bandas le dieran a sus fans un documental como éste…
Comments