Jason Statham, conocido por su ausencia de cabello y su habilidad para repartir golpes y balas, ha dejado una huella imborrable en el cine de acción de las últimas décadas. Aunque suele asociarse con papeles de héroe serio, también ha participado en algunas películas que desafían todo tipo de lógica y en roles extravagantes donde demuestra no tener miedo a reírse de sí mismo. Aquí te presentamos las 7 películas más locas de Jason Statham que te harán preguntarte: ¿qué acabo de ver?
7. Mean Machine: Jugar Duro (2001)
En la infancia de su filmografía, Jason Statham no siempre fue un héroe de acción. Desde Inglaterra, supo deleitarnos con roles en las primeras películas de gangsters de Guy Ritchie, pero es en Mean Machine -producida por Ritchie- donde realmente da rienda suelta a su locura. En esta adaptación de Rompehuesos (1974), donde un grupo de prisioneros busca redimirse a través del fútbol, Statham se roba cada escena con su interpretación de Monk, un portero que "podría haberse vuelto profesional antes de volverse loco". Una performance extrema donde Statham usa todo su físico y carisma para provocar miedo y risas por igual.
6. Transporter 2 (2005)
Para mediados de los 2000, Jason Statham ya dominaba la escena de acción estadounidense. La película que lo pondría en el mapa sería Transporter (2002), pero su secuela es un mejor exponente del tipo de películas alocadas en las que Statham participaría durante la década. En esta entrega, Frank Martin (Statham) se ve envuelto en una conspiración tras un trabajo que sale mal, pero la historia es lo de menos; lo importante es que hay coches rápidos, balas por doquier y un impecable traje y corbata.
5. Megalodón (2018)
En Megalodón, Statham se sumerge en las profundidades del océano para enfrentarse a un megalodón, un tiburón prehistórico gigante. Esta película es la franquicia más reciente de Statham y combina una sensibilidad clase B con un presupuesto para nada modesto. Es Statham luchando contra un tiburón gigante; evidentemente, no hay vergüenza en verse atraído por la premisa.
4. Beekeeper: El Protector (2024)
Jason Statham interpreta a un apicultor que además es ex miembro de una organización secreta llamada "Los Apicultores". Eso ya en sí mismo es una locura, pero la película no se queda atrás. El nivel en el que va escalando la trama y lo ridículo que se vuelve todo es increíble. Parece una película de finales de los noventa que ha sido preservada mágicamente hasta nuestra época.
3. Fast & Furious 7 (2015)
En la franquicia Fast & Furious, Statham se une al elenco en la séptima entrega como Deckard Shaw, el vengativo hermano del villano de la sexta. Tras la muerte de Paul Walker durante el rodaje de la película, la incorporación de Statham a la franquicia se vio justificadamente opacada, pese a ser espectacular.
Deckard Shaw es una máquina de matar que parece aparecerse de forma mágica durante toda la película para destruir todo a su paso, prácticamente un Terminator. Es un rol ridículo, interpretado con una seriedad absoluta, lo que lo hace aún más ridículo y genial.
2. Espias (2015)
La comedia definitiva para el fan de Statham. En esta cinta de Paul Feig, el actor demuestra que es completamente consciente de la percepción que el público tiene de sus personajes y juega con ello de forma sublime. Rick Ford es un agente muy similar a varios de los que ha interpretado Statham, pero también es un incompetente que quiere resolver todo a balazos.
En esta película, el actor nos regala citas espectaculares sin salir un segundo de su icónica cara seria: “He saltado desde un rascacielos usando solo un impermeable como paracaídas y me rompí las dos piernas al aterrizar; ¡aún así tuve que fingir que estaba en el puto Cirque du Soleil!” o “Vi a la mujer que amaba ser lanzada desde un avión y golpeada por otro avión mientras todavía caía”.
Es una versión imperdible de Statham.
1. Crank (2006) y Crank: Alto Voltaje (2009)
Si estamos hablando de películas locas de Jason Statham, es evidente que el puesto número uno es un empate de las Crank. En Crank: Veneno en la sangre Statham interpreta a Chev Chelios, un sicario envenenado con un compuesto que ralentizará su corazón hasta detenerlo a menos que mantenga sus niveles de adrenalina al máximo. En su secuela sucede algo similar, pero Statham debe darse shocks eléctricos constantes para seguir vivo. Es una locura absoluta.
Podría enlistar algunas de las cosas que suceden en estas películas, pero no me las creerían. Basta una ojeada a sus trailers para saber que estamos ante una saga surreal donde la intención es ver cómo seguir subiendo el nivel de la demencia minuto a minuto. No recomendable para cualquiera, pero sin duda una experiencia única.
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