Esta versión teatral de Nando López, basada en el clásico homónimo de James Mathew Barrie, podrá verse hasta el 19 de mayo en el Real Teatro de Retiro
A través de mi ventana o cómo ver parte de mí mismo reflejado en el exterior. Ojos de nuestra casa, con su carácter, su propia forma de filtrar la luz y revelar lo que se esconde más allá, son testigos silenciosos y curiosos de los momentos más importantes de nosotros. Cada cristal es un lienzo en blanco, que espera ser impregnado de historias, emociones y sueños. Marcos naturales, que enmarcan la realidad, permitiéndonos a cada uno interpretarla a su manera. Aberturas en el alma, reflexiones sobre el paso del tiempo, que abrimos cuando somos niños y cerramos al crecer. Abrir, para volar nuestra imaginación, y cerrar, por miedo y protección, algo tan simple, con un interior tan complejo. Una manilla nos separa de esa invitación a ir a “la segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer”, a nuestro País de Nunca Jamás, a ese instante que disfrutábamos la vida sin prisas, libres de preocupaciones y del tic tac del cocodrilo. La felicidad de la inocencia y la tristeza de la madurez.
Como metáfora, durante una hora y cuarenta minutos, una ventana es “la transición de nuestra vida, de joven a adulto”, como diría Eneko Larrazábal. Este actor, que “de pequeño, me habría gustado ser un niño perdido o un pirata porque son verdaderos aventureros”, nos concedió unas palabras, junto a su compañera de reparto, Isa Belui, “entré al proyecto como asesora y faltaba alguien para ser Campanilla y dije “yo”. Tengo muchísimas cosas de este personaje, recortes, libretas porque siempre he soñado con ser una hada”, antes de subirse al escenario. ‘Peter y Wendy: Rumbo a Nunca Jamás’, coproducida entre LaJoven “una oportunidad muy buena para nuestra carrera profesional. Además de contar con grandes instalaciones para ensayar, lo más importante de esta compañía son los coloquios que mantenemos con los escolares, después de cada función. Es una experiencia, que genera un feedback directo porque normalmente te vas a casa con los aplausos y aquí conversas con el público” y el Teatro Circo Price, podrá verse hasta el 19 de mayo en el Real Teatro de Retiro de Madrid.
Basado en el cuento de hadas del escocés James Mathew Barrie, este espectáculo, con libreto de Nando López y música original de Alberto Granados, fue visto la temporada pasada por 7 mil jóvenes. “Al igual que se fomenta el deporte en los colegios e institutos, es necesario dar voz a la cultura con asignaturas, que te permitan pensar, reflexionar y descubrir otros mundos e historias, alejados de la lógica”, señala Eneko Larrazábal. Durante ocho sesiones matinales, alumnos de Secundaria y Bachillerato se han acercado a este teatro para disfrutar de ‘Peter y Wendy: Rumbo a Nunca Jamás’. Dirigido por José Luis Arellano, es un viaje para todas las edades. Los más pequeños conocerán a los personajes reales de este clásico mientras que los adultos soñarán, volverán a tener el brillo en los ojos, como cuando eran niños, y creerán en la magia. “Los padres y las madres queremos que nuestros hijos vivan una infancia de sueños e ilusiones, pero al final lo que les llega es tecnología, pantallas y un ritmo frenético. Es muy difícil luchar contra ello sin que sea una lucha, por eso hay que apostar por vivir cosas en vivo, ya que en casa lo tienen todo. La danza, el circo, por ejemplo, ayudan a que el imaginario crezca frente al pantallismo”, recalca Isa Belui.
Un gran truss en el que va colgado un telón de tiras impreso, que avanza hacia delante y atrás, devorando en su camino mundos y escupiendo otros nuevos, una escenografía sencilla pero evocadora, creada por Silva de Marta. Estructuras y objetos, que no son lo que parecen, cambian constantemente al ser utilizados por los actores y acróbatas. La dramaturgia y el circo, “una parte totalmente importante. Aunque seamos un equipo mixto, todo el elenco interpreta su texto y hace algo de esto”, van de la mano en esta obra, la diferencia con respecto a otras versiones. La actriz y también asesora viguesa afirma que “es difícil encajar estos dos universos porque aún estamos aprendiendo cómo hacerlo. Cada uno tiene sus perspectivas y piezas. Buscamos la dramatización de lo circense”. “La coordinación me ha resultado un auténtico reto. Trabajo con el imaginario de otra persona, es decir, que no creo ni invento nada sino que me encargo de llevar eso a la realidad”, matiza la intérprete de Campanilla.
Faltan pocos días para que concluya su temporada, pero seguro que regresa la próxima primavera. Isa Belui, que además de ser la compañera inseparable de Peter Pan, interpreta a una sirena, “el personaje que más disfruto y el que más me ha costado. Somos tres haciendo un texto como si fuéramos una. Cada una tiene su personalidad y el ritmo debe ir super ajustado. La escena que hemos ensayado más de toda la obra”, a un pirata y a un niño perdido. “No me imaginaba formar parte de esto. Cuando entre en el proyecto y me leí el guion, me di cuenta de lo inocente que soy o era porque este cuento de hadas tiene una doble lectura”, unas palabras que también comparte Eneko Larrazábal que explica que “cuando era pequeño, viví está historia en mi habitación, donde cree mi propio Nunca Jamás”. Este actor vizcaíno, que le gustaría actuar en ‘El sueño de una noche de verano’, coge la chistera y el paraguas para deleitar al público. “John ha sido un reto porque por mis venas corre la aventura y con él, hay que contraerse en vez de expandirse. Es muy maduro, aunque no sea lo contrario”, matiza entre risas.
Este elenco forma parte para siempre de Nunca Jamás. Para él simboliza “una playa de Andalucía, donde disfrutar con los amigos o incluso la pradera de San Isidro”, para ella, “volver a un momento en el cual mi madre está bien y pasar un rato con ella”. Además de ser bonita, colorida, luminosa, que te hacer flotar de la butaca, ‘Peter y Wendy: Rumbo a Nunca Jamás’ es una perfecta actividad para que los pequeños y los adolescentes conozcan esta mundillo y quien sabe, en un futuro dedicarse a esto como hacen Eneko e Isa. En los coloquios, posteriores a las funciones, ambos aconsejan al público que “jueguen, se arriesguen y apuesten por sus sueños. Si quieres, puedes no es siempre real. Lo importante es que lo intenten, se formen y busquen su arte o su forma de expresarse, ya sea bailando, haciendo teatro o dibujando un cómic. Es una profesión muy bonita, aunque es inestable y muy dura porque en los casting eres juzgado. Muchos la consideran de poca categoría, pero es un viajazo”.
“Una obra que abarca muchas disciplinas y que es muy fácil que te guste. Un viaje que te toca, emociona y transmite un mensaje esperanzador pero a su vez muy intenso”, las últimas declaraciones para describir el espectáculo de ‘Peter y Wendy: Rumbo a Nunca Jamás’. Quedan pocos días para la despedida, pero si tenéis la oportunidad, acercaos al Real Teatro de Retiro de Madrid para abrir la ventana a la fantasía y a la nostalgia. Ya habrá tiempo para cerrarla.
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