Gracias a Netflix tenemos Titans, que se aleja de los coloridos de sus compañeros de CW, aquí la temática es mucho más oscura y los personajes están sumidos en una auténtica oscuridad profunda.
Cuando hablamos de DC y sus series para televisión nos viene a la cabeza la cadena The CW y su universo de “Arrowverso”, una construcción sólida entre los personajes de Arrow, Flash, Supergirl y Leyendas del Mañana con sus Crossovers anuales, todas estas series muy pintorescas, con colores llamativos y muchos gags cómicos.
Si no habéis visto aún la serie, tened cuidado, esta reseña puede contener algún spoiler, aunque siempre intentamos no poner muchos.
Los arquitectos de Titans los conocemos ya desde hace bastante tiempo por sus trabajos en DC, Akiva Goldsman, Geoff Johns y Greg Berlanti, para la serie escogieron a los personajes más importantes (Robin, Starfire, Raven y Chico Bestia), pero durante todo el trayecto de esta primera temporada iremos conociendo a otros personajes importantes, que serán los cimientos de futuras series de este universo, como hemos dicho antes, este se aleja totalmente de Arrowverso, no esperéis a que aparezca Oliver Queen (Stephen Amell) o Supergirl (Melissa Benoist).
El que esta serie haya triunfado tanto es por su ambientación y por los personajes que tiene, por un lado tenemos Rachel/Raven, al principio de su historia tiene pesadillas sobre la tragedia de la familia Grayson, en el primer capítulo se ve forzada a huir de su casa.
Por otra parte tenemos a nuestro queridísimo Dick Grayson en Detroit, donde comienza su nueva etapa como policía tras alejarse de Gotham y de estar bajo la tutela de Batman. Cuando parece ser que se va a Detroit para retirarse de su vida de héroe, no tardará mucho en volver a ponerse el uniforme de Robin, su primera misión como policía, custodiar a la joven Raven.
Nos trasladamos a la otra parte del mundo, concretamente a Austria donde vemos a una confusa Starfire, despertará sin recuerdos en un coche, alguien quiere acabar con ella.
El primer episodio hay que decir que es entretenido, así sin más, lo bueno empieza a partir del segundo capítulo, nos presentan a Halcón y Paloma.
Al ser Dick uno de los protagonistas con más peso, hacen bastantes referencias a Gotham y al Caballero Oscuro, cuando llegó el primer tráiler la gente se escandalizó cuando Dick decía: “Fuck Batman” pero es porque ha tenido sus diferencias con Batman y por ello decide irse de Gotham y empezar su nueva aventura.
En el quinto capítulo conocemos a un personaje bastante ligado a Dick, nada más y nada menos que al nuevo Robin, Jason Todd (Curran Walters), un chaval de los más dicharachero y que tiene muy mal temperamento, hay una escena muy brutal en la temporada con el ¿Posiblemente villano para algún momento de la serie?
Gracias a la serie de Titans conocemos a la Doom Patrol (unas personas marginales con unos poderes que jamás pidieron), dentro de este grupo conocemos a Chico Bestia, que al final del capítulo se unirá a los Titans (El 15 de Febrero se expande este universo ya que estrenan la serie de Doom Patrol)
Podríamos seguir hablando de muchos personajes más que salen en la serie, pero no queremos desvelar todo, lo tenéis que ver por vosotros mismos.
La bomba final llega en los últimos capítulos, la trama principal gira en torno a Raven y sus poderes, es por ello que viajan hasta un hospital mental donde está recluida la madre biológica de esta, después de cargarse por completo el manicomio, cada personaje utiliza sus habilidades como le da la gana, logran salvar a la madre y llevársela. Aquí llegamos a la parte más tenebrosa de la serie, la madre oculta un oscuro pasado y tiene un plan para su hija que se desatara al final de la temporada y pillando de por medio a Dick, al que se sumirá en una profunda oscuridad.
Para no alargarlo más, la serie va de menos a más donde se va a abrir un abanico de personajes con sus distintas series, como ya hemos dicho antes, el primer abanico será la Doom Patrol (18 de Febrero).
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