Mad Max ha cumplido 40 años, viaja con nosotros atrás en el tiempo para hacer un repaso a sus grandes películas y para hablar del gran héroe que es Max Rockatansky.
Empecemos hablando como no de la primera de ellas Mad Max, Salvajes de autopista, en un mundo con escasez de agua, petróleo y una gran crisis económica, se han formado pandillas en las carreteras, sobre todo en Australia que es donde se centra toda la acción, es un mundo de caos, desordenado y distópico, para proteger todo este desastre en Australia tenemos una patrulla de policías conocidos como la Patrulla de Fuerza Central (MFP, Main Force Patrol en inglés) son los que mantienen la seguridad vial en algunas carreteras, uno de los integrantes de MFP es Max Rockatansky interpretado por un jovencísimo Mel Gibson (en aquella época tenía tan solo 23 añitos), nuestro protagonista es uno de los mejores en su trabajo, por ello tiene que ir en busca de un pandillero que se ha fugado de prisión y ha robado un vehículo mejorado V8, después de una gran persecución, el criminal terminada muriendo y es aquí donde llegan los problemas, la pandilla del criminal se entera de lo ocurrido y empiezan a dar guerra por todas las autopistas de la zona.
Lo más curioso de la película es que tuvo un éxito que no se esperaba, la producción costo apenas 350.000 dólares y llegó a recaudar 100 millones de dólares en todo el mundo, el director también muy novel por aquel entonces era George Miller, tuvo que aportar vienes propios para poder costear la película el más importante su propio coche.
La película bebe mucho de las persecuciones de coches y paisajes de western, aunque el eje principal de la película es la venganza, ya que tanto los villanos como los héroes buscan lo mismo.
El personaje intenta contener durante todo largometraje su lado oscuro, pero conforme va avanzando la historia las persecuciones y detener a los villanos le produce más satisfacción. Su evolución llega a tal extremo que se convierte en un antihéroe solitario, en las siguientes películas asumirá ya su sobrenombre de Mad Max (nombre que podemos traducir como “loco Max”, “furioso Max”).
Mad Max no estaba pensada para tener más películas, pero tuvo tanto éxito que tuvimos 2 más y en 2015, 30 años después en 2015 tuvimos una magnifica cuarta entrega.
Mad Max fue estrenada en el año 1979, dos años después en 1981 Miller nos ofreció la segunda entrega, Mad Max: El Guerrero de la Carretera, tras los problemas en el mundo, ya mencionadas al principio de la reseña, las naciones se sumergen en una guerra nuclear, por lo cual todos los países fueron destruidos.
Como dice el dicho “las segundas partes no son buenas” en este caso no paso, George Miller creador y cabecilla de toda la saga supo arreglar los pequeños fallos de la primera y con mucho más presupuesto concibió una gran historia pero sencilla, pudo crear una sociedad ya avanzada donde reina el más fuerte y la lucha por el petróleo es el principal foco de esta historia.
La historia se centra en una pequeña refinería, donde un grupo de personas que sobrevivieron a la guerra nuclear intentan vivir lo mejor posible y que no les quiten lo que ellos más quieren, el petróleo que ellos tienen.
La refinería es constantemente atacada por pandilleros y es aquí donde llega nuestro querido protagonista, Mad Max necesita gasolina para su V8, para ello hace un trato con los civiles para proteger el cargamento y poder transportarlo a un lugar más seguro.
Hay tantas escenas destacables en la película que no sabemos con cual quedarnos, la persecución final es una de las mejores de la saga.
Mención especial al niño del boomerang, un niño de la refinería que no habla y utiliza el boomerang como arma, tan bueno es con el arma que llega a matar a uno de los pandilleros. Siguiendo un poco más con el niño, se rumoreo que el Mad Max de Furia en la Carretera era este niño que había crecido y había cogido el legado de Mad Max. Pero este rumor lo podemos olvidar, aquí dejo mí opinión propia, al principio de la segunda película hay una voz anciana en Off que te cuenta una historia. “Mi vida se apaga… mi vista se oscurece… sólo me quedan recuerdos. Yo recuerdo un tiempo de caos, de sueños destruidos, ésta tierra desolada. Pero sobre todo, recuerdo al Guerrero de la Carretera, al hombre al que llamábamos Max.” Podemos averiguar que el anciano que cuenta la historia es el niño del boomerang que toma a Max por su héroe en la fortaleza de la refinería.
Hay que mencionar también al gran villano de la película, encontramos con un gran personaje, llamado Lord Humungus, es líder de la banda de merodeadores, tras la guerra nuclear tiene la cara desfigurada y se la tapa con una máscara de Hockey, es Jason Voorhees pero con celebro y en un mundo apocalíptico.
Mad Max ha influido más allá del cine de acción. No es la primera película ni mucho menos que representa un mundo postnuclear, pero es la saga que ha conseguido que muchos juegos beban de estas películas. La mezcla de forajidos como si fuera del oeste, vestuario sado, estilos punki y vehículos macarras y tuneados a lo bestia con pinchos ha sido la principal fuente para poder hacer la saga de Fallout o Borderlands.
Hasta aquí la primera parte, en el siguiente post os hablaremos de Mad Max: Más allá de la Cúpula del Trueno y Mad Max: Furia en la Carretera, tampoco nos vamos a olvidar del juego que sacaron para PS4, XBOX y PC en el 2015.
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