«Lecciones adultas» se trata del primer trabajo de Hiro Eguchi en formato tankobon (es decir, un volumen recopilatorio). Este TL traído a España por Odaibo Ediciones nos descubre la historia de Juri Sato, una joven que acaba de dejarlo con su pareja porque éste no se sentía satisfecho con ella respecto a sus relaciones sexuales y la deja en una fecha próxima a su cumpleaños.
Por azares del destino, Juri se cruza con Takeru Seo, un antiguo compañero de instituto al que la protagonista no reconoce en absoluto. Juri tiene una imagen bastante vaga de Takeru, quien ahora se ha convertido en un hombre muy distinto y de quien descubrirá que trabaja en la industria de las películas pornográficas destinadas a mujeres.
En un impulso, e imaginándose que Seo no tiene tapujos para hablar sobre sexualidad, Juri confiesa lo inexistente que era el disfrute en su relación, estableciéndose el actor como un interesante mentor respecto a las artes amatorias.
Tres protagonistas muy distintas
Este volumen también incluye las historias «La costurera obediente/hacendosa» y «Mi lienzo favorito». En la primera, descubrimos a Chiya Itokawa, una costurera que trabaja en un taller donde un día recibe un encargo de un hombre de aspecto intimidante —propio de un yakuza—. Sin embargo, Takaharu Hotei es un actor que interpreta a villanos gracias a su apariencia y, poco a poco, establecerá una relación con la protagonista de esta historia.
Se trata, además, de la primera historia teen love que hizo la autora de este manga, a pesar de que «Lecciones adultas» sea la historia escogida para este recopilatorio y que pueda atraer más al público por su premisa, a pesar de ser bastante parecida a la de «Pasión bajo los focos», también publicada por Odaiba Ediciones.
«Mi lienzo favorito» es la historia más corta que presenta Hiro Eguchi en este volumen, pues las dos anteriores se componen de dos capítulos, y esta se presenta en uno solo. Sin embargo, a pesar de disponer menos espacio para descubrir la historia de Nami y Keiichiro, la protagonista tiene una personalidad más marcada que las dos anteriores.
Nami Shinonome está frente a un gran reto: plasmar la belleza del eros a través del cuerpo masculino. Siente que su trabajo está incompleto y, además, siendo la hija de un artista de renombre, tiene que dar la talla y hacer sentir algo al espectador a través de su arte. Keiichiro Minami, hijo del mecenas de su padre, es tallador y ayudará a la artista a plasmar esa belleza para servir un encargo digno y que cumpla las delicias de su empleadora.
La inexperiencia, el rasgo en común
Aunque cada historia te lleve hacia una trama distinta, en el fondo, las tres protagonistas comparten o bien la inexperiencia en el terreno sexual, o bien una experiencia bastante lamentable (básicamente porque su pareja sexual sólo se preocupaba por su propio placer).
A mi parecer, habría sido bastante refrescante que alguna de esas historias hubiese tirado hacia derroteros donde la protagonista es algo más dominante en el ámbito sexual, o con algo más de experiencia, pero todas ellas desembocan en el desfloramiento y/o en descubrir su despertar sexual guiadas por un hombre con mayor experiencia.
El dibujo también, como ocurre en «Milhojas de mentiras», su segundo trabajo, es muy característico de la autora, aunque en este segundo se percibe un perfeccionamiento y mayor delicadeza en los trazos. Sin embargo, se nota mucho que Eguchi, a pesar del reto que supone dibujar a algunos personajes, le gusta crear hombres intimidantes.
Ha sido una lectura entretenida, pero se nota que son unos primeros trabajos con tramas algo vistas. Sin embargo, si eres una persona adepta a los teens love y te gustan ciertos tropos, seguro que disfrutarás esta recopilación de los primeros trabajos de Hiro Eguchi.
Por -S.R.-
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