Mamoru Hosoda, director de La chica que saltaba a través del tiempo (Toki o Kakeru Shôjo) y El niño y la bestia (Bakemono no Ko), regresa con Mirai, una historia íntima, cercana y emotiva. Nominada a los Oscar y a los Globos de oro, ya tiene el premio Annie a la mejor película independiente.
Kun tiene 4 años cuando nace su hermanita Mirai. Cuando su madre vuelve a casa del hospital, Kun le promete que cuidará del bebé, pero en pocos días los celos hacen que empiece a odiarla. Deberá refugiarse en su imaginación para comprender y aceptar la nueva vida familiar.
La Mirai del futuro visita a Kun para ayudarle en sus problemas. El niño también conoce a otros familiares en momentos importantes de sus vidas, como su bisabuelo, kamikaze en la Segunda Guerra Mundial. Hosoda juega con el espectador, no dejando claro si lo que ocurre cuando Kun sale al jardín es real o producto de su imaginación.
Estas escenas oníricas desconcertarán a los espectadores más jóvenes, a pesar de que podrán seguir la película, y la disfrutarán gracias a los toques de humor que sonrojarán a los adultos por su sencillez. La cinta peca de escenas demasiado cursis, entre la pareja, y con los niños. Supongo que los espectadores que tengan hijos se sentirán identificados, es bastante realista en ese aspecto.
La animación es sencillamente genial. El trabajo del Studio Chizu sólo se puede clasificar como sobresaliente. Destaca la secuencia de la estación de tren por la inmensidad de los fondos y la cantidad de personajes que muestra.
La banda sonora de Takagi Masakatsu es parca en los momentos “reales” y sobrecogedora en los “fantásticos”, haciendo que el contraste sea todavía mayor entre los dos mundos de Kun.
La película está claramente enfocada a las familias con niños. No dudes en llevar a tus hijos al cine a disfrutarla en pantalla grande. En cambio, si eres un poco Herodes, mejor que la dejes pasar.
Estreno en España: 15 de marzo.
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