top of page

"Mi Reno de Peluche" y sus múltiples aristas

Netflix triunfa con una de sus apuestas más arriesgadas y comprometidas



“This is a true story”: Con este anuncio abre Mi Reno de Peluche, la nueva miniserie original de Netflix que ha escalado rápidamente al top de los contenidos más vistos de la plataforma desde su estreno el pasado 11 de abril.


La traumática experiencia vivida por el humorista escocés Richard Gadd se ha materializado en esta producción audiovisual. La combinación de emociones – risa, miedo, inquietud, compasión, angustia… - que se experimentan frente a la pantalla es la clara demostración de que nos encontramos ante un relato auténtico.


Con un ritmo acelerado - propio de las series contemporáneas -, actuaciones sobresalientes de un elenco exquisito y una sólida estructura narrativa, esta ficción se puede consumir fácilmente en una tarde. No obstante, su contenido requiere de una digestión lenta y, es que, Gadd aborda temas muy complejos tratados con sumo cuidado como los trastornos mentales y sus efectos colaterales en nuestro día a día - incluso décadas después -, así como la oscuridad que se esconde detrás de la lucha incansable por lograr nuestros sueños.



Mi Reno de Peluche muestra las múltiples aristas que pueden presentarse al ser víctima de una situación de acoso. El protagonista se ve inmerso en una paradójica situación de dependencia con su propia acosadora. Podríamos decir que la serie se trata de una especie de exposición del síndrome de Estocolmo en la que Donny intenta escapar de Martha a la vez que esta se convierte en su zona de confort al encontrar en ella lo que más ansía: reconocimiento. De esta manera, el personaje entra en una peligrosa dinámica que pone en riesgo aquello que más quiere.


Durante estas últimas semanas, se han generado numerosos y controvertidos debates sobre las intenciones de Gadd de llevar su vivencia a la pantalla. Sin embargo, este metraje de 235 minutos huye de los clichés asociados al personaje del “acosador”, mostrando las múltiples caras de todos sus personajes, incluida la de la antagonista. No trata de exponer a la “verdadera Martha” como villana, ni de castigarla por sus acciones del pasado, sino que se trata de una exposición de víctimas con una falta de gestión de los problemas mentales. Una apuesta arriesgada, pero necesaria en los tiempos de hoy en día que se aleja de la imagen del ser malvado y despiadado en medio del auge de los true crimes.


Lo que comenzó como un crudo y sanador monólogo - pero que provocaba pocas risas en los espectadores del comediante escocés - ha derivado en una de las series de mayor éxito de la principal plataforma de streaming a nivel global. Tal vez se deba a su apuesta arriesgada, su combinación de géneros o su enfoque; sin embargo, lo innegable es que Mi Reno de Peluche ha puesto de nuevo sobre la mesa la conversación sobre la salud mental y la importancia de su cuidado.

9 visualizaciones0 comentarios

Comentarios


bottom of page