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Lilo, mi amigo cocodrilo (o "coach-codrilo") – Crítica de la película con Javier Bar



No todo en esta vida es Disney, ni todas las logradas adaptaciones de cuentos le iban a pertenecer a la titánica multinacional. Esta comedia musical para toda la familia, basada en un cuento infantil de Bernard Waber, es ese tipo de película que entretiene a los niños y manda potentes mensajes para los adultos, lo cual siempre es una buena noticia para los espectadores.


Lilo, mi amigo cocodrilo se estrena en cines mañana 21 de octubre. Gracias S Sony Pictures hemos tenido ocasión de verla en primicia.


La película, dirigida por Josh Gordon y Will Speck y producida por Columbia Pictures, nos transporta hasta las calles de Nueva York, allí Henry P. Valenti, un showman (interpretado espectacularmente por Javier Bardem) con más fracasos que éxitos en su haber, intenta hacerse un hueco en el difícil mundo del espectáculo. Tras un nuevo fracaso, busca algo revolucionario para su show y es ahí donde conoce a Lilo, un pequeño cocodrilo (cuya voz pone Shawn Mendez) con un don a la hora de entonar canciones, aunque sin la capacidad de hablar.


Juntos se lanzan en la creación de una nueva función, y ahí es cuando aparece el trauma de Lilo, el miedo escénico. Tras apostarlo todo y fracasar, Henry, se ve obligado a desaparecer para hacer dinero, vendiendo su casa y dejando en la buhardilla al joven reptil. Meses más tarde aparece en escena la familia Primm, quien recién se muda a Nueva York para empezar una nueva vida.


No pasa mucho tiempo hasta que Josh (interpretado por Winslow Fegley) halla al saurio y comienzan las aventuras.




Te dejará la piel de… cocodrilo


Esta película quiere que pases un buen rato, que te rías, aprendas sus canciones y al salir de verla salgas tarareándolas, ¡y lo consigue! Es una película amable, trata de contarte una historia sencilla, dónde descubres al principal opositor desde el principio, ves claramente cuáles serán los acontecimientos futuros que desencadenarán todo. Pero lo mejor de todo es que eso da igual.


Lilo no quiere revolucionarte la mente ni quiere hacerte pensar en el sentido de la vida, quiere que te diviertas. Y, para eso, cuida mucho los detalles, la banda sonora producida por Benj Pasek y Justin Paul es cautivadora, sabe generar emoción y es muy pegadiza. Por otro lado, la fotografía, a los mandos de Javier Aguirresarobe, está muy cuidada, proporcionando grandes planos y buenas secuencias que te harán mantenerte pegado a la pantalla.


Por último, cabe hablar del papel de los actores y el doblaje de Shawn Mendez, todos llevan a la perfección la idea y el desarrollo del personaje. No todas las interpretaciones tienen que ser MacBeth, a veces lo sencillo es también lo excelente.



Y si miras bajo la superficie


Y aquí es donde quiero llegar, la sencillez. Es una película que te hará disfrutar sí, es un musical basado en un cuento diseñado para que lleves a tus hijos y lo pasen bien, también. Pero no se queda ahí. A poco que te esfuerces en atravesar la capa superficial, vas a ver una película que te habla de lo difícil que es ser niño en un mundo hostil donde eres el más vulnerable.


De la importancia de las figuras paternas en la infancia, de cómo, aún teniendo éxito, puedes llegar a sentirte vacío, de cómo las pequeñas cosas pueden ser muy valiosas si tienes alguien al lado con quien compartirlas. Y, sobre todo, habla de aquello que es realmente valioso más allá de todo: el amor hacia la gente que nos importa y cómo éste puede hacernos vencer miedos que jamás creeríamos que fuera posible superar.



Lilo, te quiero en mi equipo

La película con su tono agradable y ligero consigue todo lo que se propone. Te hará pasar una muy buena hora y media con tus seres queridos, y yo me pregunto, ¿qué más se puede pedir?


Una vez veas la película, me darás la razón en que todos hemos sido Lilo y, alguna vez, todos hemos sido el joven Josh, y esa es la enseñanza que me llevo de esta película: si bien no siempre tendremos a alguien a nuestro lado para superar nuestros traumas, sí que podemos ponernos en la piel de Lilo y ser quien ayuda a otros a vencerlos. 

– Dani Imparable


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