Es un hecho, sabíamos que esto podría ocurrir en cualquier momento: Indiana Jones se jubila. Nuestro profesor de Arqueología favorito, encarnado por un magistral Harrison Ford, cuelga su sombrero y su látigo tras 43 años de duras aventuras para evitar que los tesoros más valiosos de la historia de la humanidad caigan en manos equivocadas (más concretamente, en manos nazis, para que nos entendamos tú y yo).
Tras convertirse en una de las franquicias con mayor recaudación en la historia del cine (más de 1 045 millones de USD a nivel mundial) y haber sido el punto de influencia de otras películas míticas como La Momia o Tomb Raider, Indiana Jones y el Dial del Destino llegará a nuestras pantallas el próximo viernes, 28 de junio, para despedirse de un público que ha crecido con él. Por ello, nos ponemos el uniforme y, de la mano de nuestro intrépido protagonista, tomamos el testigo del Dial y realizamos un viaje en el tiempo para hacer un repaso por la historia de este gran aventurero (y, de paso, animarte a ver de nuevo las películas antes de que se estrena la última entrega).
Indiana Jones en Busca del Arca Pérdida (1981): el comienzo de una aventura
Mayo de 1977, Hawái. Mientras que las olas del mar chocan sistemáticamente con la arena dorada de las playas de Maui, unos jóvenes Steven Spielberg y George Lucas, que buscaban escapar del éxito de sus últimas obras (Encuentros de la Segunda Fase y Star Wars respectivamente), charlan alegremente. En un momento, Spielberg le confiesa a Lucas su interés por dirigir un filme diferente, como una película de James Bond.
Es entonces cuando el creador de Lucasfilm le cuenta su proyecto, un borrador de guion propio que llevaba en su cajón desde 1973 y que combinada la pasión de ambos por los seriales de los años 40 con los que crecieron con un personaje “mucho mejor que James Bond, y sin sus artilugios mágicos”. ¿El nombre? Las aventuras de Indiana Smith. (Sí, Indiana en honor al perro de Lucas).
Spielberg quedo maravillado con la idea y sellaron el acuerdo, aunque le propuso un cambio en el apellido del aventurero. Así, en 1978, de las plumas de George Lucas y Lawrence Kasdan, nace “Indiana Jones y el Arca Perdida”, con una trama cuya estructura se repetirá a lo largo de toda la saga: un tesoro que hay salvar de las manos enemigas con la ayuda del maestro de arqueología, el Dr. Henry Jones Jr., un camino repleto de malos y una elección final entre el objeto preciado y la persona querida.
La lucha de Indiana Jones y sus (casi) siempre antagonistas nazis por encontrar la mítica Arca de la Alianza, esa reliquia judía que contenía las tablas de los 10 mandamientos y cuyos poderes podían devastar ejércitos enteros, llegó a los cines el 12 de junio de 1981, situándose como la película con mayores ingresos ese año y una de las mejores películas de todos los tiempos, según la revista Empire (y con una de las bandas sonoras más reconocibles, gracias a nuestro amado John Williams).
Obtuvo cinco premios Oscar de sus nueve nominaciones, y elevó al papel de estrella mundial a Harrison Ford, que no fue la primera opción para el protagonista (la decisión inicial fue Tom Selleck de una lista en la que destacaban nombres como Bill Murray, Jeff Bridges o Jack Nicholson).
Indiana Jones y el templo maldito (1984): un cambio de estrategia con un final (semi)agridulce
Tras el éxito de la primera parte, llega Indiana Jones y el templo maldito, una precuela situada un año antes que la anterior y que sigue la regla no escrita de las segundas partes (a pesar de que Lucas carecía de ideas para las tramas de lo que buscaba ser una trilogía cinematográfica): ser mucho más oscura que la anterior (ahí tenemos el ejemplo propio de Lucas con El imperio contrataca). Además, Lucas decidió alejarse de sus queridos antagonistas (cosa que no le salió muy bien, puesto que volvió a acudir a ellos más adelante) para tomar referencias de Gunga Din, una de las cintas favoritas de Spielberg.
Influidos por los difíciles divorcios de ambos, ambos cineastas acordaron centrar la trama en temas como la explotación infantil, la magia negra y los sacrificios humanos, lo que les valió la separación de su anterior guionista, Kasdan, por ser “demasiado fea y horrible”. La violencia perpetrada por “Los Estranguladores” y su veneración a la diosa Kali contribuyó a la creación de una nueva clasificación por edades, la PG-13. Y, aunque fue un éxito en recaudación, se cumplió esa frase que dice que “segundas partes nunca fueron buenas”: tanto Lucas como Spielberg quedaron desencantados con el resultado (aparte de las duras críticas por su retrato tan negativo de la India y el hinduismo).
Destacable es el personaje de Tapón, fiel compañero infantil a Indy y encarnado por Ke Huy Quan, actor que ganó este año su merecido Oscar como actor secundario en Todo a la vez en todas partes.
Indiana Jones y la última cruzada (1989): reencontrándose con las raíces (y con tintes españoles)
Indiana Jones y la última cruzada supone la reconciliación de Spielberg con la saga tras su desilusión con la segunda parte, una “manera de disculparse con los seguidores del personaje”, en sus propias palabras, además de una firme decisión por completar la ansiada trilogía soñada por Lucas.
Con el telón de fondo de la búsqueda de Jones y los nazis (como no) del ansiado Santo Grial, ese legendario cáliz usado por Jesucristo en su última cena, la película explora las relaciones paternofiliales. La mítica copa no fue la primera opción para el artefacto sagrado, ya que Lucas sugirió primeramente que fuera una “película sobre una mansión encantada”, tema que desechó inmediatamente Spielberg debido a su semejanza con Poltergeist, película que ya había coescrito y producido.
Entre su aclamado reparto destacan la figura de un joven Indy, encarnado por River Phoenix (quien, por cierto, interpreto el papel de hijo de Harrison Ford en la anterior La costa de los mosquitos, en 1986, y fue recomendado por el actor para el trabajo), y de Henry Jones Sr, padre del arqueólogo e interpretado por Sean Connery, elección personal de Spielberg por su admiración a la interpretación de este como James Bond (todo vuelve a sus orígenes).
Tras su estreno el 24 de mayo de 1989, Indiana Jones y la última cruzada obtuvo una de las mejores recaudaciones en territorio estadounidense en su primer fin de semana, pasando a ser una de las películas más exitosas de todos los tiempos.
A destacar son las localizaciones, donde Indy llegó a pisar suelo español en su lucha por acabar con los planes de la doctora Schneider: el desierto de Tabernas, la playa del Mónsul, el patio de los Leones, la Escuela de Bellas Artes de Almería o la estación de Guadix, en Granada, sirvieron como decorados de la historia.
Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008): resucitando al aventurero
Tras 19 años de espera, y con una serie de Lucasfilm entre medias (Las aventuras del joven Indiana Jones, en los años 90, encarnado por un joven Sean Patrick Flannery), Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal regresa a la gran pantalla al mítico profesor. Una prolongación en el tiempo derivada de los desacuerdos entre Spielberg y Lucas por el tema de la calavera de cristal de Akator, y cuya producción se llevó a cabo en 2007 con el más estricto de los silencios (de hecho, un hombre fue detenido por el robo de una computadora que contenía diversos documentos del rodaje).
Ambientada en los años 50, el argumento lleva a nuestro ya maduro Indiana Jones -que está haciendo frente a su despido de la Universidad- a través de la enigmática Perú para la búsqueda de un cráneo de cristal de origen extraterrestre y con poderes psíquicos que el Gobierno Soviético ansía para ganar la Guerra Fría. Adentrándonos en la leyenda del español Francisco de Orellana y su búsqueda de “El Dorado”, recuperamos a antiguos compañeros del protagonista y conocemos a otros nuevos, como el joven Mutt (Shia Labeouf) como hijo de Indy.
La película despertó criticas dispares entre profesional y público, ya que Irina Spalko, la temible espía rusa interpretada por Cate Blanchett, no convenció del todo.
Indiana Jones y el dial del destino (2023): nos despedimos del héroe
Así, tras 15 años de dura espera, nuestro arqueólogo regresa para despedirse como Dios manda de todos nosotros, sus fieles lazarillos. En esta nueva y última aventura, nos encontramos con un Indiana Jones al que la jubilación le cae como un chorro de agua fría, además de tener ciertos roces con Helena, su ahijada.
En plena carrera espacial, Indiana tendrá que unir fuerzas con Helena y otros compañeros queridos para acabar con las ideas del malvado Voller, miembro de la NASA y exnazi que busca hacerse con un legendario dial que puede cambiar el curso de la historia.
A las órdenes de James Marigold (Logan, Wolverine) y con nombres de peso en su reparto, como Phoebe Waller-Bridge, Antonio Banderas o Mads Mikkelsen (entre otros), Indiana Jones y el dial del destino llegará el 28 de diciembre.
Pero, para amenizar la espera, puedes disfrutar de las anteriores entregas en Disney+. Así que no te lo pienses, ¡saca el látigo y vive la aventura!
Fuente: Disney LA (YouTube)
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