Con la inminente llegada de la nueva versión de Hellboy a Netflix, con David Harbour en el papel, creo que sería buena idea echar un ojo a la original, dirigida por Guillermo del Toro y protagonizada por Ron Perlman.
Hellboy se estrenó en 2004, esa época extraña previa al comienzo del Mundo Cinemático Marvel o la trilogía del Caballero Oscuro. Debemos tener en cuenta que en aquel momento, las películas de superheroes eran vistas como exclusivas para niños. Había excepciones, tales como Blade o Daredevil, que intentaban atraer a un público más maduro mediante personajes torturados y temáticas oscuras. Sin embargo, raramente funcionaban. Eso no significa que no había películas de cómics buenas. Aún estaban saliendo las películas originales de Spider-Man dirigidas por Sam Raimi, y 20 años antes había salido Batman de Tim Burton. Pero en definitiva, las películas de superheroes no eran el imperio que son ahora.
Entonces es verdaderamente extraño que Guillermo del Toro decidiese adaptar Hellboy, un cómic bastante desconocido. Sin embargo, la película fue suficientemente exitosa como para merecer una secuela: Hellboy II, el ejército dorado, en 2008, con una tercera cancelada. Entonces, ¿vale la pena ver la original?
Sí y no.
Hellboy es una película algo extraña. Si eres familiar con las películas de Guillermo del Toro, sabes que suelen tratar temas muy extraños generalmente centrados en monstruos. Sus dos películas más conocidas, El Laberinto del Fauno y La Forma del Agua son buenos ejemplos. Su estilo suele ser algo misterioso y tenebroso, y bastante único. Hellboy no es excepción.
La trama
Hellboy comienza durante la II Guerra Mundial, en un experimento nazi donde el malvado mago Rasputín intenta comenzar el apocalipsis. Es ese tipo de película. Su plan es frustrado por soldados americanos, pero del experimento surge un bebé de aspecto demoníaco, que es adoptado por un científico que ha venido por los soldados.
Años más tarde, en el presente, un joven agente de la FBI llamado John Myers (Rupert Evans) es contratado por una agencia especial que trabaja con monstruos para derrotar a otros monstruos. Entre ellos se encuentra Hellboy, llamado Red, Abe Sapien (Doug Jones), un anfibio humanoide con poderes psíquicos, y Liz Sherman (Selma Blair). Ellos deben parar el retorno al poder de Rasputín y sus lacayos, que intentan completar el comienzo del apocalipsis.
¿Qué tiene de bueno?
Hellboy es indudablemente entretenida. Ron Perlman hace una actuación muy buena, con muchos momentos graciosos. Red es un personaje muy orgulloso y envidioso, y eso lleva a muy buenas interacciones con otros personajes.
Los diseños son todos muy buenos. Todos los monstruos tienen diseños únicos y reconocibles, y el uso de efectos prácticos ayuda mucho. Los lugares a los que viajan también son muy distintivos, y dan lugar a momentos muy creativos.
Las escenas de acción son muy entretenidas. Hellboy es prácticamente indestructible, cosa que da lugar a que se le pegue mucho durante la película, y sus reacciones son siempre graciosas.
Las mejores escenas son las que incluyen a Kroenen, un villano con un diseño y movimiento deliciosamente horripilante.
Otro elemento notable es la inclusión de John Hurt como el científico que adopta a Red. Como todos sabemos, John Hurt tiene la extraordinaria capacidad de mejorar toda película en la que está involucrada, y aquí ocurre lo mismo.
Bromas aparte, la película es en general eso: entretenida.
¿Tiene problemas?
Desafortunadamente, sí.
Hellboy no es una película perfecta. La trama secundaria amorosa es absolutamente ridícula, tanto en su concepto cliché como en su ejecución. Selma Blair aporta una actuación bastante mediocre, e incluso en los momentos más emotivos parece estar aburrida.
Los efectos de ordenador también son bastante malos, incluso para 2004. Esta película es del mismo año que se estrenó Spider-Man 2, pero los efectos parecen ser de principios de los noventa. Sin embargo, se puede perdonar debido a su bajo presupuesto.
La cinematografía a veces es un poco sosa. Se basa mucho en colores azules (una característica típica de del Toro), cosa que a veces no deja resaltar los diseños extravagantes.
¿Vale la pena?
Depende mucho de tu criterio.
Si estás buscando una película al mismo nivel que aquellas del Universo Marvel, me temo que te vas a llevar una decepción. Spider-Man 2 es una película más tradicional de superhéroes que puede ocupar ese puesto.
Sin embargo, si buscas una película entretenida y distinta a las demás de superhéroes, puede que te interese echar un vistazo a Hellboy.
Con acción interesante, personajes entretenidos y unos buenos chistes por el camino, Hellboy se distingue de las demás películas de superhéroes por su estilo y diseño, y quizás sólo por eso vale la pena… No es ninguna obra maestra, pero tampoco está intentando serlo. Es una película creada puramente para el propósito de entretener, y eso lo hace sin problema.
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