Del 8 al 17 de noviembre, Molins de Rei se vuelca en la que es la 38ª edición del Terror Molins. Un Festival de Cine que siempre sorprende por la calidad de los títulos proyectados y porque es capaz de reinventarse año tras año. Hablamos con Albert Galera, escritor cinematográfico y director del Festival, sobre presente y futuro, sueño y realidad del Terror Molins.
Albert Galera, director del Festival, presentando una de las cintas a concurso.
¿Cómo definirías el Festival Terror Molins?
Es un festival de cine concebido desde el corazón. El terror es uno de los géneros más apasionados y procuramos respetar la filosofía del cine como representación de la pasión cultural, sin desviarnos del género, pero exponiendo sus múltiples posibilidades.
En años anteriores, los leitmotivs eran universos de directores como Haneke o De Palma. Este año, no hay un único director, sino que el Festival vira hacia la mirada surrealista con cineastas como Buñuel. ¿Cuál es el motivo de este planteamiento?
Pensamos que los 90 años de una película –corta pero tan trascendental como “Un chien andalou” del tándem Buñuel-Dalí-, bien merecían una gran celebración. Así pues, los postulados sobre el surrealismo de esa obra maestra y la evolución surrealista dentro del cine de terror, son los grandes invitados de esta edición de nuestro festival.
En el Festival se proyectará también Blue Velvet. ¿Cuál sería tu sueño lynchiano para este Festival?
Interpretar un playback del “In Dreams” de Roy Orbinson, estilo Dean Stockwell, en el Teatro de la Peni. Jajajaja! No –a pesar de que me emocionaría intentarlo, el ridículo podría ser histórico-. Quizá mi verdadero sueño lynchiano para este festival sería conseguir que durante los diez días de certamen, tanto equipo organizador, colaboradores y público, viviésemos en una película que no necesitara de justificaciones, tan sólo del placer de disfrutarla.
“Blue Velvet” de David Lynch (1986).
¿Cuáles son los platos fuertes de esta edición?
Una de las secciones oficiales más potentes que recuerdo, “Un chien andalou” con música en directo en la inauguración, la presencia de Peter Strickland para protagonizar un Q&A tras la proyección de “Berberian Sound Studio”, la presentación de nuestro libro “La mirada surrealista”, el impulso de la jornada sobre profesionales, el mayor protagonismo de nuestra segunda sede (La Gòtica)…
Uno de los buques insignias es, sin duda, la Maratón del sábado. ¿Cómo defines al público que asiste a las 12 horas del Terror Molins?
Un público increíblemente fiel, exigente y dispuesto a todo, que ha convertido nuestra maratón en una especie de rito sagrado. ¡Y cada vez son más!
La Maratón de 12 horas es una de las citas más esperadas.
A parte de poder disfrutar de cine Fantástico, el Terror Molins ofrece gastronomía, juegos, networking… ¿Qué nuevas sorpresas nos tenéis preparadas?
También está el Escape Room, que este año está centrado precisamente en una de las películas de nuestra retrospectiva. Un taller infantil sobre sombras chinescas. Y ojo con la sesión de clausura: “The Golden Glove” de Fatih Akin, film todavía inédito en Catalunya, y os bien aseguro que uno de los más impactantes que he visto en años. Asumo toda la responsabilidad y encantado de hacerlo.
La Peni, sede del Festival, siempre teñida de rojo.
En el Festival hay también una sección Kids con proyecciones de cortometrajes y talleres. Remontémonos al Albert Galera de 9 años. ¿Cuál eran tus películas preferidas? ¿Qué recuerdos cinéfilos tienes de tu infancia?
Recuerdo con gran emoción cuando mis abuelos me llevaban a los cines del pueblo –por aquel entonces Molins de Rei tenía cuatro o cinco cines donde escoger-, y cómo mis padres me llevaban a ver algún estreno de los gordos en Barcelona. En ambos casos, aquellas sensaciones fueron cruciales en mi devenir cinéfilo. Estuve bastante tiempo obsesionado con “Perros de paja” de Peckinpah; probablemente la vi a una edad desproporcionadamente avanzada –asumo toda la culpa-, difícil de entender para un chaval de esa edad, pero uno de los grandes embriones en mi futura forma de vida a través del cine. También estuve –y sigo- enamorado del “Superman” de Richard Donner, película decisiva para los niños de mi generación, y esa sí, mucho más adecuada para mi yo de 9 años.
A 2 años vista, pensemos en el futuro… ¿Cómo te gustaría celebrar la 40ª edición del Festival?
Es curioso, porque ya llevamos algún tiempo hablar de ello; sin embargo, no me gusta mirar tan adelante, especialmente porque todavía hay que vivir esta edición y seguir dándolo todo por la número 39. Pero sí, un aniversario tan redondo hay que aprovecharlo. Algo importante haremos, y sea lo que sea, saldrá desde esa pasión por el cine que da sentido a este mundo tan extraño en el que vivimos.
Albert Galera, director del Terror Molins.
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