El creador Oscar Gómez Villarroya en “EVA” con carácter de cortometraje, da luz en forma de thriller policial, una historia de personajes heridos en los que la realidad se entrelaza con la enfermedad y la culpa. El miedo, la desesperación y la culpa se mezclan en una historia psicológica que juega a interrogatorio policial, en el que el director resuelve de manera magistral.
En una mínima localización, el director juega con las luces y la cámara para perfilar una trama inicialmente policial, y sumergir al espectador en las luces y sombras del conflicto psicológico de la protagonista. Un guión que va más allá de un simple juego entre interrogador e interrogado para llevarnos hacia la esquizofrenia más extrema. Con unas magníficas interpretaciones que te atrapan, se desarrolla el conflicto personal de la protagonista en la que la enfermedad ha podido a la razón e intentar volver al camino correcto ya es imposible. Con sólo 6 minutos Villarroya consigue perfilar el lado más extremo de la psicología clínica y abrir los ojos a una enfermedad real.
Eva es mucho más que un personaje fruto de la invención de la protagonista, es el trasfondo de una actitud psicótica capaz de jugar con la personalidad y doblegarla a su antojo.
El metraje se nos hace interesante y adictivo, dejándonos con ese sabor de boca de querer saber mucho más, no sólo del personaje principal, si no de ese comisario, mitad policía mitad psicólogo que intenta que su interlocutor deje de lado su otro yo, para descubrir todo lo sucedido.
Un corto sin dobleces que os recomiendo muchísimo.
Silvia Estivill
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