Con el año nuevo ya en marcha, estrenamos cartelera para comenzar otro año lleno de cine en el que Warner Bros. nos deleita con el último proyecto realizado por Clint Eastwood tomando una vez más la silla de director. En esta ocasión nos ofrece la historia de Richard Jewell, que llevaba años queriendo contar en forma de película, centrándose en un hecho que ocurrió hace ya más de 20 años, pero que en Estados Unidos siempre se recordará como uno de los momentos que cambió sobre todo al periodismo y a la opinión social.
La película nos traslada a 1996, coincidiendo con la celebración de los Juegos Olímpicos de Roma, donde Richard Jewell, un encargado de la seguridad del Centennial Park será la pieza clave en un atentado que podría haberse cobrado muchas más vidas y heridos. Gracias a su actuación se convirtió en todo un héroe. Aunque algunos piensan lo contrario. La prensa y el Gobierno, así como los federales empezarán una investigación para comprobar si ha sido todo planeado o es cierto que Richard sea un héroe.
Paul Walter Hauser, al cual pudimos ver anteriormente en Yo, Tonya se pone en el papel protagonista de Richard Jewell, una persona que se desvive por su trabajo y le gusta hacer todo lo que pueda y más con tal de cumplir con su deber. Al principio de la película conoceremos un poco de su vida antes de entrar en el cuerpo de seguridad que le destinaría al mencionado parque. Mientras tanto veremos a algunos personajes secundarios que pronto harán que la vida de Richard cambie radicalmente de tantas maneras que no le será nada fácil enfrentarse a lo que se le viene encima. Dichos personajes son interpretados por Kathy Bates, la cual hace de la madre de Richard, Sam Rockwell, un abogado amigo de Jewell, John Hamm interpretando a un agente del FBI y Olivia Wilde como la reportera Kathy Scruggs.
Esta cinta a pesar de estar basada en hechos realers no la catalogaría como un biopic o documental, aunque tampoco puedo determinarla en un sólo género concreto. Quizás baile entre drama y documental. Pero sin embargo lo que si está claro es que el equipo que conforma est proyecto es lo que le da la fuerza suficiente para que haya salido una película sobresaliente. De las mejores dirigidas por Eastwood en mucho tiempo, destacando en los últimos años. Porque junto a él, Leonardo Di Caprio y Jonah Hill han hecho las labores de ser productores entre otros.
No obstante, uno de los puntos en los que se centra esta película es en la presión que ejercieron los medios de comunicación y el FBI a una pobre madre y su hijo, al que se le acusaba de un delito muy grave. Pero ya no solo era lo que se comentaba de Richard, era el sufrimiento que día tras día agotaba a esta familia y amigos con periodistas apostados en su cada noche y día sin cansarse. Hasta el FBI no parecía importarle lo más mínimo mientras hallaran lo que buscaban: culpar a Richard de lo que es totalmente inocente.
La fotografía y los vestuarios, así como la ambientación brillan en todo momento, dejando ver los sentimientos de los personajes tan fríos que no paraban de perseguir a Jewell sin compasión. Esto además se destaca en una escena que tiene Kathy Bates, donde conmueve con un gran discurso para defender por todos los medios a su hijo. Una lucha que no es nada fácil con tantos “ojos” encima sin poder hacer nada hasta que se resolviera. Vemos como el ambiente está diseñado para trasladarnos a 1996, año en el que ocurre todo, brillando por esas imágenes que a día de hoy duele ver como se comportaban entonces muchos medios de comunicación lamentablemente.
Recomiendo esta película a todos los fans del director, que segurmante les acabe encantando, mientras que a los no tan acérrimos también les gustará ver una historia que además cambió muchas cosas en los medios de comunicación todo el mundo, y sobre todo en lo que respecta al Gobierno que había entonces, salpicando en muchas direcciones hasta conseguir que se solucionara todo de la mejor manera posible. Una de las mejores películas para empezar el año.
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