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Crítica: “Judas y el Mesías Negro”

 El 26 de febrero de 2012 Trayvon Martin, un joven afroamericano de 17 años, moría por un disparo de manos de George Zimmerman, un residente de la urbanización en la que se encontraba. Martin “le resultaba sospechoso” y, en lugar de esperar a la llegada de la policía, decidió perseguirlo por la zona en la que el joven se alojaba y dispararlo a escasos metros de su casa. La justicia absolvió a Zimmerman bajo la ley “Stand your ground”, que justifica la agresión (e incluso asesinato) si el acusado alega defensa personal en los límites de su propiedad. La injusticia del caso Trayvon Martin conformó lo que hoy conocemos Black Lives Matter, un movimiento contra la desigualdad social hacia personas negras y, en especial, la impunidad ante los asesinatos a este grupo de personas.

El movimiento Black Lives Matter nace de la frustración y el sentimiento de abandono hacia un sector, heredero indirecto de las protestas sociales de finales de los 60 y principios de los 70 que dejaron nombres como Dr. Martin Luther King Jr., Malcolm X o los Panteras Negras. En ese contexto pionero se ambienta “Judas y el Mesías Negro” (“Judas and the Black Messiah”), la cinta dirigida por Shaka King y protagonizada por Daniel Kaluuya y Lakeith Stanfield.

El informante del FBI William O’Neal se infiltra en el Partido Pantera Negra de Illinois para vigilar a su carismático líder, el presidente Fred Hampton. O’Neal es un ladrón profesional y goza con el peligro de manipular a sus camaradas y a su encargado, el agente especial Roy Mitchell. La destreza política de Hampton crece a la vez que se enamora de su compañera revolucionaria Deborah Johnson. Mientras, se libra una batalla en el corazón de O’Neal. ¿Se alineará con las fuerzas del bien? ¿O someterá a Hampton y las panteras por cualquier medio, como ordena el director del FBI J. Edgar Hoover?

“Judas y el Mesías Negro” muestra mucho más que la historia del líder de los Pantera Negra de Chicago Fred Hampton a través de los ojos de Bill O’Neal. Te presenta a O’Neal como uno de los muchos afroamericanos de Estados Unidos que veía a los Panteras Negras y demás grupos como meros alborotadores. Sin embargo, el día a día junto a sus compañeros y las peticiones del FBI le provocan una lucha interna cuyo desenlace será la búsqueda de su propia supervivencia.

La historia de los Panteras Negras por la que nos lleva O’Neal está repleta de humanidad, de apoyo a la comunidad y violencia justificada para la movilización de los derechos civiles. Desde luego, una versión que contrasta con la desinformación que en su día promovió el FBI y la percepción social que se tenía de ellos. Si bien es probable que se haya caído en cierta idealización del Partido, es difícil posicionarse del otro lado cuando, aún hoy en día (50 años después de estas movilizaciones), los niños afroamericanos tienen seis veces más posibilidades de morir a manos de la policía, sin importar la edad de aquellos que reciben la bala.

Es innegable que la gran fortaleza de “Judas y el Mesías Negro” reside en sus interpretaciones. En las de los nominados al Oscar Daniel Kaluuya y Lakeith Stanfield, sí, pero también en el resto de intérpretes que completan sus historias. Dominique Fishback está fantástica como Deborah Johnson, representando la sensibilidad dentro de la lucha, al igual que Jesse Plemons en la piel del agente Roy Mitchell, como el antagonista que deja a un lado su debate interno para mantenerse dentro de “su deber”.

Daniel Kaluuya supera con creces el reto de meterse en la piel de alguien tan carismático como Hampton, consiguiendo con cada escena, con cada discurso, inspirar a todos dentro y fuera de la pantalla. Stanfield, por su parte, no solo sirve como motor de la historia, también plantea el dilema moral sobre la justificación o no de la lucha social armada.

La película dirigida por King se apoya en un gran trabajo de documentación que, además de narrar los hechos, reproduce directamente en los labios de Kaluuya alguno de los discursos que pronunció en su día el verdadero Fred Hampton. No es el único aspecto en que esto se ve reflejado, y es que también incluye pequeños clips de Angela Davis o Martin Luther King (entre otros), así como en las grabaciones de sus discursos, para contextualizar las voces que marcaron un antes y un después en la lucha por los derechos civiles.

En definitiva, “Judas y el Mesías Negro” es un interesante relato que busca recuperar parte de la historia de una población invisibilizada, reflexionando además sobre el punto en que se encuentran los derechos por los que llevan luchando durante siglos.

“Judas y el Mesías Negro” llega a España el 26 de marzo, directa en alquiler mediante PVOD a un precio de 12,99€. El título estará disponible en iTunes, Rakuten Tv, Google, Amazon Prime Video, Vodafone, Orange, Sony y Microsoft.

“You can kill the revolutionary but you can’t kill the revolution” – Fred Hampton

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