Hace ya muchos años que el género de terror cada vez nos sorprende menos. Historias manidas, predecibles y que abusan de los recursos de sonido para intentar asustar al espectador, que puede funcionar con un tipo de público más influenciable, pero para gente que está acostumbrada al género, eso hace mucho que no funciona. Me incluyo. Cuesta encontrar algo que haga que esté en tensión, que me sorprenda, y por qué no, que me asuste.
Smile, a pesar de ser una propuesta ya vista: una persona con una vida perfecta, se ve incluida en una maldición y sin saber cómo su vida cambia completamente y tiene que buscar el origen de esa maldición para salvar su vida…con esta descripción, parece que estoy hablando de la gran mayoría del cine de la primera década de los 2000 (The Ring, La Maldición…) La lista es demasiado amplia.
En esta película se da un giro de tuerca a este argumento, una idea simple, una sonrisa que te hiela, una música incómoda, alejada de todas las que asociaríamos con las películas de terror, unas interpretaciones destacables y una fotografía espectacular, los planos de los paisajes realizados de manera inversa desde un dron te dan la sensación de estar en un mundo muy alejado de la realidad.
La historia de Smile es curiosa, nació de un corto de Youtube que tuvo millones de visualizaciones porque se viralizó en Instagram – ya conocemos casos de películas que surgieron de un corto; Sector 9, Terrifyer Frankeweenie y aunque mucha gente no lo sepa, Saw. No suele suceder que una historia corta tenga sentido cuando se alarga, sobre todo teniendo en cuenta que Smile tiene dos horas de duración, y creedme, se pasan volando, los últimos 45 minutos son especialmente frenéticos.
Smile ha tenido además una campaña de marketing espectacular poniendo a gente sonriendo en partidos de fútbol, beisbol… porque la idea de la sonrisa funciona y ¡mucho! es imposible pasar desapercibida esa sonrisa siniestral, sobre todo cuando todo el mundo en la escena tiene un sentimiento muy diferente (la escena del cumpleaños por ejemplo).
Si tengo que poner una pega a Smile ha sido precisamente ese marketing, no me gusta ver trailers de películas de terror, porque cada vez desvelan más imágenes impactantes de la película y apenas te dejan disfrutar de ese elemento sorpresa, en el tráiler de esta película desvelan demasiadas imágenes que estropean la sorpresa cuando ves la película, así que os recomiendo encarecidamente que cuando vayáis a ver Smile, evitéis ver el trailer.
Con todo esto estamos viendo nacer a una gran saga de la que estoy convencida que van a sacar mucho partido, y si el director sigue en esta línea, os aseguro que tenemos Smile para mucho tiempo, y recordad, no os fieis de nadie que os sonría.
– Angélica Dueñas
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