El último spin-off de Spiderman incluye un elenco prometedor y algunos conceptos intrigantes, pero la telaraña de Sony no termina de conectar.
Es de público conocimiento que Sony Pictures posee los derechos de Spiderman y sus personajes adyacentes, aunque actualmente comparte el uso del joven arácnido con Marvel Studios. Al tener a Peter Parker en el universo cinematográfico de Marvel, Sony ha optado por intentar explotar al máximo a sus villanos y aliados en películas propias. Esta es la explicación de por qué obtenemos películas como Venom(2018), Morbius(2022) y, ahora, Madame Web.
El personaje titular debutó en los cómics en 1980 y suele ser representada como una anciana con parálisis y ceguera, pero capaz de ver el futuro. Estas características hacen del personaje una elección interesante para encabezar su propia película, además de ser interpretada por la joven Dakota Johnson (50 Sombras de Grey, Suspiria).
La historia tiene lugar a mediados de los años 2000 y nos muestra el origen de Cassie Webb, una paramédica algo antisocial que luego de un accidente casi mortal, comienza a tener visiones del futuro. Entre estas premoniciones, presenciará el asesinato de tres jóvenes a las que deberá proteger de una suerte de versión malvada de Spiderman. Las potenciales víctimas son Julia, Matt y Anya, interpretadas por las emergentes Sydney Sweeney, Celeste O'Connor e Isabela Merced, respectivamente.
Las actuaciones en la cinta son -en general- bastante decentes. Dakota Johnson aporta un carácter sarcástico a su personaje que ayuda a hacerlo más entretenido, mientras que las tres co-protagonistas tienen bastante química, aunque sus personajes no lleguen a desarrollarse demasiado. Otra historia es la de Tahar Rahim, que interpreta a Ezekiel Sims -el hombre araña modo villano- en una actuación llamativamente terrible para un actor que ya ha demostrado su capacidad en otros proyectos.
En defensa de Rahim, sus diálogos en la película están pésimamente escritos en un guion que tiene pocos puntos redimibles. Esto es evidente desde la escena inicial donde conocemos los orígenes del personaje de Rahim y su conexión con la madre de Cassie. Los diálogos son pura exposición sin nada de personalidad, un adelanto de mucho de lo que vendrá en el resto del metraje.
La historia en sí es una mezcla de las premisas de Terminator (1984) y El Vidente (2007): una máquina de matar que persigue a un héroe que le escapa prediciendo sus ataques. El problema es que Madame Web no aprovecha el potencial de esa combinación y se queda en el uso más básico de sus poderes. Nicolas Cage lo hizo mucho mejor hace más de 15 años.
Pero la mayor decepción de Madame Web es otra, una que se buscó el equipo de marketing sin ayuda de nadie. No considero que sea spoiler ser más honesto que los pósters y el material promocional de la película, por lo que os digo que en esta película Sweeney, O’Connor y Merced no son ningunas superheroínas. En Madame Web, la única que adquiere poderes es Cassie, el resto del joven elenco participa activamente en la historia pero sin los trajes ni habilidades que han aparecido en pósters y tráilers, estos tan solo aparecen en visiones del futuro. Creo importante destacar esto, porque al final de cuentas Madame Web no es técnicamente una película de superhéroes, sino más bien una de una vidente contra un supervillano, que luego nos vende un proyecto futuro donde puedan aparecer el resto de las heroínas.
Su premisa particular y la hermandad que forma este grupo de chicas son capaces de hacer que la película no se vuelva un completo desastre, manteniéndose en un mínimo nivel de entretenimiento. Pero su pésimo guion y forzados intentos de conectar con el extenso universo de Spiderman, hacen que Madame Web se enrede en una telaraña de su propia creación.
Comments