Brand New Cherry Flavor, con su inocente presentación, es una serie sobre Hollywood y su lado más oscuro; ese que arrebata las oportunidades de los nuevos talentos en la ciudad.
Lisa Nova (Rosa Salazar) es una joven directora que llega a Los Ángeles con el sueño de hacer su película. Conocer a Lou Burke (Eric Lange), un productor con varios Oscars a sus espaldas que se aprovecha de ella y le roba la película. A partir de aquí, una imparable venganza que involucra pactos con brujas, zombies y vomitar gatitos cada cierto tiempo se incorpora a una historia con roces al cine de Lynch y movimiento #MeToo.
Brand New Cherry Flavor crece en cada uno de los ocho episodios que forman parte de la serie. Progresa, en primer lugar, encerrando al público en una trama cada vez más oscura; cuando Lou rompe el acuerdo que afirmaba a Lisa como directora de su película, esta acude a una bruja de 800 años llamada Boro (Catherine Keener). Con ello, y curioso cuando se tiene en cuenta, el personaje de Lisa – del que no sabemos mucho; de acuerdo, muy poco. Vale, del que no sabemos nada más allá de su objetivo – no experimenta una gran línea de cambio. La obsesión por vengarse y recuperar lo que es suyo divaga en una sucesión de secuencias extremas.
Saltamos a un mundo de fantasía y hechizos con la aún presente temática inicial: el Hollywood en su parte menos atractiva. La imagen de los 90 en la ciudad de Los Ángeles carga con unos colores neones y estética punk que favorece en el ambiente desconcertante de la serie. Nick Antosca y Lenore Zion fueron los encargados de llevar a cabo la adaptación de la novela de Todd Grimson (1996), y su intención era llevar a TV una serie que no mucha gente está acostumbrada a ver. En varias entrevistas han admitido que Rosa Salazar realmente vomitaba gatitos (pasan muchas cosas en la serie, pero sin duda tener a Lisa vomitando gatitos es lo que causa sensación).
Brand New Cherry Flavor se convierte en una producción que aun replicando una construcción visual noir de principios de los 90, ajusta la ficción a un despampanante mundo de eventos surrealistas para asumir la etiqueta de “experimental”. El horror se mezcla con la comedia; cínica y desvergonzada, principalmente en escenas de lo más incómodas. Pero Brand New Cherry Flavor no es tanto una serie de terror como puede aparentar tal y como la estoy presentando. Algo sí hay que tener en cuenta: evitar comer mientras la ves. Ciertas secuencias pueden suscitar momentos muy desagradables – y no, no es vomitar gatitos; eso es lo más light que deleita la serie.
A pesar de todo lo que va sucediendo; persecuciones, envenenamientos, hechizos, asesinatos y mucha sangre, Brand New Cherry Flavor mantiene el duelo Lisa-Lou para no perder el hilo con tanto desmadre.
Es una serie con la que te vas a encontrar con síntomas clave del mundo de Hollywood (sexo, drogas, alcohol, poder) y una batalla de egos y personalidades que se funden en escenarios hiperbólicos con una adrenalina constante por saber “quién da más”. Lisa no es muy cauta, y tremendo lío el que monta en Los Ángeles. Bueno, la verdad no es que la serie tenga muchos personajes que se puedan identificar con la palabra cauto.
– Anabel Estrella
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