Desde el pasado 6 de julio hasta el próximo día 16 del mismo mes se puede acudir a ver el espectáculo La fórmula de la positividad en el Teatro Infanta Isabel de Madrid. En esta obra Andrea Vilallonga, experta en comunicación y positividad, conferenciante, autora de dos libros y mediática por su aparición en televisión se sube a los escenarios para parodiar el mundo de las ponencias, a través de sus vivencias, con el objetivo principal de desmitificar la positividad.
Desde Con C de Cultura pudimos hablar con Andrea al poco de estrenarse la obra en Madrid. Tuvimos una charla de lo más distendida en la que profundizamos qué es la positividad. Empezamos hablando sobre esa realidad que siempre se ha soñado y se sigue deseando tener, donde los seres humanos podemos tener de manera directa la fórmula de la positividad y desechar todo lo malo que tengamos. Como si de algo mágico se tratara, sin realizar ningún esfuerzo ni trabajo para ello. De esto surge la idea de hacerlo como una ponencia científica, ya que además a Andrea le viene que ni pintado al dedicarse a esto de manera profesional en otros ámbitos. Profundizando algo más en el día a día de Andrea nos cuenta que ella se dedica a dar ponencias en temas de comunicación y positividad. Suele dar charlas de esta índole para empresas, llegando a un cierto tipo de público. Gracias a esto dos años atrás le dio una giro al asunto para llevarlo a un público más general, ya que es muy diferente llevarlo del terreno de las conferencias al teatro.
A mi lo que me interesa es que la gente venga y se sienta bien.
Pasando a hablar del show en el que Andrea nos cuenta que a ella le apasiona la comedia, sobre todo hacer reir. Tenía ganas de hablar de la positividad en clave de humor burlándose de lo que se suele ver en las típicas conferencias que acostumbramos a ver en la ficción y en la realidad. En sus palabras: "una anti-conferencia de la positividad". Respecto a la inspiración proviene de las series feel good como son Ted Lasso o Fleabag. "A mi lo que me interesa es que la gente venga y se sienta bien" comenta Andrea en relación a la buena sensación que deja el show, sobre todo dando ciertas pautas para trabajar en el día a día y como dice "es mucho mejor estar de buen rollo que estar cabreado". De normal solemos estar más enfadados que de buen rollo, ya que el cerebro se activa con lo malo, ya que es el sistema de estar alerta a todo lo que ocurra a nuestro alrededor. Por eso nos cuesta tan poco cabrearnos y mucho estar de buen humor.
Lo más importante del mensaje que doy es que hay que tener un equilibrio de las emociones.
Es muy interesante tener una red de personas que te quieran y te apoyen, pero lo más importante es tener un autocuidado personal. Muchas veces somos nuestro villano con nosotros mismos, ya que la escuela no está enfocada hacia el amor propio. No hay nada mejor que quererse a uno mismo y disfrutar del amor propio. Seremos lo único que tendremos nuestro propiamente dicho para siempre. Hablando del tema escolar quisimos saber su punto de vista con lo que es la teoría que aprendemos siempre desde pequeños, ya que en ninguna etapa ni ningún curso se nos enseña a querernos. Aún tenemos mucho por delante en este aspecto, sobre todo desde este ámbito porque no salimos preparados para nada. A diferencia de otros países donde si se enseñan o al menos se intentan tocar un poco estos temas.
Analizando la parte del público en el show de Andrea tiene de todas las edades, desde chavales jóvenes hasta gente mayor. Ella agradece mucho los mensajes que recibe y que le dan tras la obra e incluso en redes, pero destaca una cosa importante y es que cuando sales de verla te da para reflexionar. La idea es tomar consciencia de que las redes de tu vida las tienes tú. Es básico conocerse y tener interés en uno mismo.
No hay nada mejor que quererse y disfrutar de uno mismo.
En cuanto a la temática de la obra Andrea siente que está hecha a su medida. "Tenía muy clara la temática, aunque esta obra no la hice sola ya que yo no soy guionista. Sabía de lo que quería hablar y contacté con Mónica Barbones durante aproximadante un año. Entre esto y los ensayos hicimos unas funciones en Barcelona con las que ha evolucionado el show a lo que es el de ahora en Madrid ya que hemos reestructurado varias cosas." nos cuenta Andrea. Las cosas del día a día al final tienes que meterlas, pero en este espectáculo no se tocan temas como la política, el fútbol o la religión. No es una obra para meterse con la gente, si no para que se rían con las cosas de la vida al verse identificados.
El hilo conductor es una historia en la que el público es partícipe, pero nadie sale al escenario, así que todo el mundo puede quedarse tranquilo. De hecho al comenzar el show nadie participa ya que están todos como muy tímidos y tensos. Pero a medida que ven como avanza y por donde va yendo se sueltan más y cogen confianza. Al final es un entorno donde vamos a aprender sobre la positividad porque nadie tiene idea de esto.
Comentários